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La moda blinda sus ‘flagships’ con la inversión en ladrillo

Pilar Riaño

3 feb 2014 - 04:35

Edificio de 8.100 metros cuadrados en la calle Serrano de Madrid. Antigua sede de BBK en Bilbao, con 8.000 metros cuadrados. Inmueble en Via del Corso de Roma valorado en más de 150 millones de euros. Edificio de 7.000 metros cuadrados en la confluencia de Oxford Street y New Bond Street en Londres. Estos son algunos de los activos inmobiliarios que han pasado a manos de Inditex, Mango y H&M durante los últimos años y en los que, además, han abierto macrotiendas.

 

A juicio de Ion Saralegui, director de High Street de la consultora inmobiliaria CBRE, la compra de inmuebles por parte de grandes retailers no es algo nuevo. “Llevan haciéndolo siempre, tanto con edificios como con locales, pero ahora destacan más porque son de los pocos operadores con liquidez”, explica Saralegui, que añade que “es lógico que inviertan en retail, ya que, al fin y al cabo, es el sector que más dominan”. Para Patricia De Frías, responsable Retail High Street de Jones Lang Lasalle, este tipo de operaciones son “un gesto claro de que la aversión al riesgo y el temor a la zona euro están disminuyendo”.

 

La compañía catalana Mango anunció la semana pasada la adquisición de dos edificios en Madrid, con la intención de abrir establecimientos de sus cadenas en los locales comerciales de ambos inmuebles. A estas dos compras (en las calles Serrano y Orense) se suma otra realizada la anterior semana en Bilbao, correspondiente a un edificio en la Gran Vía, y la luz verde otorgada por el Ayuntamiento de Madrid para la apertura de una macrotienda en el Palacio de la Música.

 

Este apetito comprador llega en un momento en que Mango está apostando, igual  que Inditex, por un cambio en su modelo de desarrollo, en el que, ahora, se prioriza la puesta en marcha de macrotiendas donde tengan cabida todos sus nuevos conceptos. Así, tanto Mango como Inditex precisan ahora de locales de mayor superficie.

 

Daniel Jiménez, director de retail de Aguirre Newman, explica que la necesidad de encontrar locales de gran superficie está animando a estos retailers a hacerse con el edificio completo, con lo que consiguen no sólo una nueva ubicación, sino también una inversión. Un local comercial puede suponer, en ejes prime, hasta el 70% del precio de un edificio, ya que los ajustes de rentas en retail no han sido tan elevados como en oficinas o residencial.

 

Por otro lado, la simple presencia de estas enseñas en los locales comerciales hace aumentar el valor del edificio. Cuando grupos como Inditex, Mango o H&M toman un edificio, llevan a cabo profundas reformas en el local, lo que aumenta el valor del activo completo. Además, un contrato a largo plazo con estos retailers ofrece seguridad a los propietarios.

 

De todos modos, las inversiones llevadas a cabo por este perfil de compradores no son especulativas, sino que tienen vocación patrimonialista. Es más, con la compra de estos edificios ubicados en ejes prime de las principales ciudades, los retailers consiguen blindar sus posiciones en algunas de las calles más demandadas del mundo.

 

Mango es, según fuentes del sector inmobiliario, uno de los inversores inmobiliarios más activos de España, tanto a través de la propia compañía como mediante operaciones realizadas directamente por su presidente, Isak Andic.

 

Inditex es otro de ellos, si bien la mayoría de operaciones son llevadas a cabo directamente por su fundador, Amancio Ortega, que opera a través de la patrimonial Pontegadea. Entre las últimas grandes operaciones realizadas en España por Ortega figura la compra por 80 millones de euros del local que alberga la tienda de Apple en la confluencia de Paseo de Gracia con Plaza Catalunya.

 

A mediados de 2012, Inditex (esta vez la propia compañía) pagó 155 millones de libras por el inmueble que aloja el flagship store de Zara en Londres (en Oxford con New Bond Street), hasta entonces propiedad del fondo alemán Deka. Un año antes, el grupo había pagado 324 millones de euros por el número 666 de la Quinta Avenida de Nueva York, donde más tarde instaló una macrotienda de Zara.

 

A Mango e Inditex se suman otras compañías como H&M (con una patrimonial que adquiere, preferiblemente, locales ocupados por la propia cadena), Ulanka (con locales en propiedad), Tous o, incluso, Benetton.