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La ‘chamarra’ de Schott: de los moteros al Olimpo de Hollywood

Los hermanos Schott crearon en 1928 la primera chaqueta de cuero para moteros de la que se tiene registro, que se convirtió en un fenómeno de masas tras dar el salto al celuloide de la mano de Marlon Brando y James Dean.

Lorenzo Molina

13 abr 2018 - 00:00

La ‘Perfecto’ de Schott: de los moteros al Olimpo de Hollywood

 

 

Irving y Jack Schott eran dos dreamers en Estados Unidos que, en los años veinte del siglo XX y sin pretenderlo, pasaron a la historia de la moda. Hijos de emigrantes rusos, los Schott concibieron en 1928 la primera chaqueta de cuero grueso para moteros: la chamarra. La prenda, ideada para resguardarles del frío y la lluvia mientras recorrían el asfalto, disponía de un cierre en cremallera y dos bolsillos laterales. Su nombre hacía honor al puro favorito de Irving.

 

Tras la Segunda Guerra Mundial, la chamarra de Schott, la marca que fundaron los hermanos, alcanzó nuevas cotas de visibilidad gracias a Marlon Brando. El actor no se desprendía de la chaqueta en prácticamente ninguna de las escenas de Salvaje, uno de sus largometrajes más taquilleros.

 

La popularidad que ganó entre los más jóvenes, sin embargo, no se reflejó en las ventas de la cazadora, que fueron a la baja porque se prohibió su uso en numerosos institutos por todo Estados Unidos, al considerarse una prenda de matones.

 

 

 

 

Otra de las estrellas más fugaces y míticas de Hollywood, James Dean, también fue un abierto admirador de la Perfecto de Schott. En las décadas de los setenta y ochenta, igual que sucedió con muchas otras prendas adoptadas por las élites, los punks se apropiaron de la chaqueta para reivindicar la rebelión contra lo establecido. En esa época, la Perfecto formaba parte del uniforme de estrellas del rock y el punk como The Ramones, The Sex Pistols, Blondie y Joan Jett.

 

En paralelo a su apuesta por la Perfecto, Schott diversificó en los noventa el abanico de productos, sumando chaquetas de aviador, jerséis de punto, abrigos y prendas técnicas. Posteriormente, coincidiendo con el auge del comercio transfronterizo en la década de los 2000, la compañía emprendió su internacionalización, abriendo tiendas en ciudades como Tokio.

 

La empresa también apostó por aliarse con diseñadores como Jeremy Scott, con quien lanzó una colección cápsula en 2008. Con 105 años de recorrido a sus espaldas, Schott mantiene el grueso de su producción en Estados Unidos y está pilotada por la tercera y cuarta generación de la familia fundadora.

 

 

Del sótano a la guerra

Los hermanos Schott comenzaron su andadura diseñando chubasqueros en un sótano del Lower East Side de Manhattan en 1913. Posteriormente, esas chaquetas eran comercializadas por vendedores ambulantes puerta a puerta. Durante la Segunda Guerra Mundial, bajo encargo de la US Air Force, la compañía diseñó y fabricó una cazadora bomber para una mayor protección de los soldados que acudieron a luchar contra el fascismo en Europa. La alianza como proveedor de prendas del ejército estadounidense terminó prolongándose durante sesenta años.