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Juan Carlos Amich Tintoré, avanzadilla del retail en España

El fundador de Amichi, catalán de nacimiento, pero afincado en Madrid, inició su trayectoria profesional en el sector de la moda en 1979 con la puesta en marcha de una compañía de moda al por mayor en la capital española bajo el nombre de Malla 3, que llegó a contar con la distribución de la marca Stefanel en España.

C. Juárez

19 abr 2022 - 04:55

Juan Carlos Amich Tintoré, avanzadilla del retail en España

 

 

Juan Carlos Amich Tintoré (1945-2020) fue uno de los pioneros del retail en España. El empresario, catalán de nacimiento, pero afincado en Madrid, inició su trayectoria profesional en el sector de la moda en 1979 con la puesta en marcha de una compañía de moda al por mayor en la capital española bajo el nombre de Malla 3. La empresa llegó a contar con la distribución de la marca Stefanel en España, Portugal, Argentina, Chile y Uruguay.

 

 

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A mediados de la década de los ochenta, Amich dio un cambio de rumbo y saltó al retail con el lanzamiento de su marca propia, Amichi. De reconocido carácter emprendedor y de convicciones firmes, el empresario puso en marcha la compañía con una inversión inicial de seis millones de pesetas (unos 36.000 euros de ahora) y abrió la primera franquicia de Amichi en A Coruña en 1986.

 

La ambición de Amich se enmarcaba en un contexto en el que la moda en España estaba en auge: Amancio Ortega, a quien Amich dijo en una ocasión que lo consideraba un “maestro” había puesto en marcha Zara hacía diez años, y Mango y Desigual acababan de dar sus primeros pasos, en 1984. Amich se mantuvo al frente de la compañía durante treinta años, aunque en su última etapa como asesor. Con el empresario al frente, la compañía llegó a contar con 160 puntos de venta, entre tiendas propias y franquicias, y una facturación de alrededor de cuarenta millones de euros.

 

 

 

 

Padre de tres hijos, Amich intentó siempre mantener el carácter familiar de la empresa. En 1997 el empresario cedió la dirección general a su hijo Juan Amich, mientras que sus otras dos hijas, Thais y Carolina, entraron a formar parte de los departamentos de producto y diseño de la empresa, respectivamente.

 

En el plano personal, Amich se caracterizaba por sus profundas raíces cristianas y se posicionaba como defensor acérrimo de la unidad de España. Tanto, que llegó a poner en marcha una página web tras el referéndum del 1 de octubre para dar las gracias a las Fuerzas y Seguridad del Estado. Tras un concurso y una venta a Black Toro que terminó en liquidación, la marca que fundó tiene hoy una nueva vida de la mano de su hijo, Juan Amich, que la ha recomprado.