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Joseph Shivers: el químico que dio forma a la moda

Iria P. Gestal

22 jun 2015 - 04:44

Pequeñas o grandes innovaciones que han cambiado el devenir de la industria de la moda. Desde transformar una sencilla pieza de caucho en un marca a crear un complejo sistema logístico y de aprovisionamiento con la tienda en el centro. A lo largo de la historia, una serie de visionarios han impactado en la moda cambiando las reglas del juego: son los alquimistas de la moda. Los grandes almacenes, la moda rápida, el bajo coste o la lycra no existirían sin el genio de nombres como Aristide Boucicaut, Amancio Ortega, Arthur Ryan o Joseph Shivers. En esta tercera edición del Quién es Quién de Empresas de Moda en España, patrocinado por Aguirre Newman, Modaes.es realiza una selección de veinte de los empresarios y ejecutivos que más influencia han tenido en la industria de la moda internacional a lo largo de la historia reciente.

 

 

 

Joseph Shivers: el químico que dio forma a la moda


 

 

Joseph Shivers revolucionó la industria textil desde un laboratorio. No en despachos, ni pasarelas, sino estudiando fórmulas químicas. Fue el inventor de la Lycra, una fibra sintética que hoy es uno de los componentes más utilizados en la industria y, además, una marca conocida por el gran público.

 

Cuando Shivers se doctoró en química orgánica por la Universidad de Duke, sus metas profesionales estaban lejos del mundo textil. Shivers comenzó trabajando para el Gobierno estadounidense, tratando de sintetizar un medicamento contra la malaria para las tropas que combatían en el Pacífico.

 

Tras dos años en este proyecto, se incorporó a la compañía química Dupont. De los laboratorios de Dupont ya había salido otra conocida fibra sintética, el Nylon, y por aquel entonces la empresa trabajaba en el desarrollo de un componente elástico.

 

En 1940, décadas antes de que Spanx conquistase el mundo con sus fajas, las prendas moldeadoras eran muy populares entre el público femenino, pero el elastómero utilizado entonces, el caucho, era incómodo y caluroso. Dupont trató de desarrollar una fibra elástica que salvara todos esos hándicaps y que, además, fuera patentable y, por ende, más rentable.

 

El primer intento no salió demasiado bien. Cuando se probó la fibra en ropa interior moldeadora, las trabajadoras de la compañía, que hacían de conejillos de indias, comprobaron que las prendas no mantenían su elasticidad a lo largo del día. Se estiraban, pero no volvían a su posición inicial, quedando arrugadas bajo la ropa.

 

Shivers comenzó a investigar y desarrolló una fibra sintética llamada elastano que podía estirarse hasta cinco veces su longitud y mantenía sus cualidades elásticas durante muchos usos. En Dupont le pusieron el nombre de Lycra y, en 1958, comenzó a comercializarse.

 

La fibra, que hoy sirve hasta para sostener los calcetines y las medias, evitando que se caigan hasta los tobillos, representaba dos décadas más tarde el 30% de toda la facturación de Du Pont. En 1990, las ventas de Lycra superaron los 762 millones de dólares y el beneficio se situó en 129  millones.

 

Joseph Shivers fue ascendido y en 1998 recibió la Medalla Olney a los logros en química textil que otorga la Asociación Americana de Químicos y Coloristas Textiles por su “búsqueda de una fibra elástica superior”.

 

Además de ser rentable, Dupont hizo de la lycra una marca. Las estrategias de márketing lograron que no sólo la industria, sino también el público final, conocieran la marca, y acabara utilizándose lycra como un genérico para hablar de cualquier elastano.

En 2003, el gigante químico Koch Industries, la segunda mayor empresa de Estados Unidos, compró la división de fibras textiles de Dupont, Invista, por 4.400 millones de dólares.

 

Invista sigue centrándose en el consumidor final, y el año pasado reorientó su estrategia para que Lycra sea percibida como una marca y no un genérico.  Además, trabaja en el desarrollo de una versión biodegradable del elastómero, una fibra elástica a partir de un compuesto del maíz. Una lycra renovable, la última vuelta de tuerca al trabajo de Shivers.