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Revista Modaes número 54

Jonathan Anderson, el alquimista que revolucionó Loewe

Cuando tenía 30 años, en 2013, Anderson tomó las riendas de la histórica firma española, propiedad de LVMH. Su llegada marcó el inicio de una profunda renovación para una marca que, hasta entonces, estaba anclada en la tradición.

Jonathan Anderson, el alquimista que revolucionó Loewe
Jonathan Anderson, el alquimista que revolucionó Loewe
Jonathan Anderson, una figura adelantada a su tiempo.

Triana Alonso

Artesanía, vanguardia e innovación. Estos tres ingredientes se han fusionado durante la última década para transformar Loewe en una de las casas más relevantes de la moda contemporánea, gracias a la visión de Jonathan Anderson. En 2013, con treinta años, tomó las riendas de la histórica firma española, propiedad de LVMH, tras la salida de Stuart Vevers. Su llegada inició una profunda renovación para una marca, hasta entonces, anclada en la tradición.

 

 

Revista Modaes número 54

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Con talento, audacia e instinto creativo, Anderson alzó el vuelo de Loewe, redefiniendo su imagen sin sacrificar su esencia. El joven diseñador pasó de ser un rostro desconocido a convertirse en uno de los más importantes de la industria. Siguiendo la estela de grandes modistos jóvenes al frente de firmas como Alexander McQueen o Raf Simons, Anderson fue un niño prodigio de la moda. Lideró una gran metamorfosis: la evolución de Loewe como marca de marroquinería clásica a referente del lujo de vanguardia, una firma cool y deseada.

 

A través de sus colecciones, Anderson consiguió mantener la sofisticación, con vanguardia e irreverencia. Cita obligada para los fashionistas, sus emocionantes desfiles en la sede de la Unesco en París siempre concluían con una multitud de grabadoras a su alrededor en el backstage del show. Pese a su notable estatura, Anderson desaparecía entre las decenas de editores, ansiosos por capturar las reflexiones intelectuales (con acento de Ulster) de un visionario, siempre brillante.

 

Nacido en 1984 en Magherafelt, una pequeña localidad de Irlanda del Norte, Jonathan Anderson se graduó en el London College of Fashion en 2005, y antes de su salto a Loewe trabajó en Prada y fundó su propia marca, J.W. Anderson, para sus diseños experimentales. Siluetas minimalistas, deconstrucción de formas, contrastes de colores y texturas, junto con guiños irónicos y elementos fetiche, son sus señas de identidad. El bolso Puzzle, de estructura modular y geométrica, y los zapatos esculturales, con tacones en forma de rosas o esmalte de uñas, son algunos de sus diseños más emblemáticos.

 

 

 

 

La colección otoño-invierno 2018, Cuerpos Esculturales y Deconstrucción, ejemplo de su capacidad para mezclar el arte con la moda, es una de las más celebradas y lo catapultó al firmamento de los diseñadores más relevantes de la actualidad. El dominio de la comunicación, tanto personal como redes sociales (imprescindibles hoy en moda), es también parte de su secreto. Asimismo, sus proyectos creativos lo han llevado a controlar hasta el último detalle decorativo de las tiendas o a impulsar el Loewe Craft Prize, un galardón a la excelencia artesanal.

 

Anderson es una figura adelantada a su tiempo. Aunque su nombre siempre estará estrechamente ligado al de Loewe, su futuro parece estar ya en otro lugar. Tras su adiós a la marca en marzo de 2025, su próximo desafío estará en Christian Dior, la joya de la corona de LVMH, y deja en Loewe un listón difícil de superar. El presidente del conglomerado francés, Bernard Arnault, confirmó durante la última asamblea general de la compañía el nombramiento de Anderson como el próximo diseñador al frente de Dior Men. El creativo presentará su primera colección en junio, y lo ha convertido en una de las figuras clave para la creatividad de LVMH, junto a nombres como Nicolas Ghesquière o Pharrell Williams, responsables de las colecciones de Louis Vuitton.