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Javier Díaz (Aite): “La moda ecuatoriana quiere formar clústers como los de España para impulsar las exportaciones”

El director de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (Aite) analiza el futuro del principal sector manufacturero del país andino, cuyas exportaciones se han contraido por la falta de tratados comerciales con países como Estados Unidos, el mayor consumidor de ropa de la región.

Jaime Cevallos

12 sep 2018 - 00:00

Javier Díaz (Aite): “La moda ecuatoriana quiere formar clústers al estilo español para impulsar las exportaciones”

 

 

Javier Díaz Crespo preside la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (Aite) desde 2005, la patronal de un sector que se está rearmando con el objetivo de triplicar sus exportaciones en un plazo de cinco años. El textil sigue siendo el principal actor manufacturero del país andino.

 

Pregunta: ¿En qué consiste el plan quinquenal que está aplicando la Aite, con miras a triplicar las exportaciones en 2022? 

Respuesta: Estamos apuntalando un proyecto que nos permita agrupar a empresas en un clúster, con la finalidad de ganar competitividad y fabricar productos de valor añadido para exportarlos.

 

P: ¿Cómo los clústers centroamericanos?

R.: No queremos replicar ese modelo, porque los centroamericanos se han hecho fuertes en la fabricación de grandes volúmenes y en la oferta de paquete completo. Nosotros tratamos de replicar los modelos que funcionan en Cataluña o Galicia (España), y que también se han replicado en otros países de la región, como Colombia o Perú.

 

P.: Las exportaciones de moda ecuatoriana han ido cayendo en los últimos años. ¿Se mantiene la tendencia?

R.: Las exportaciones en el primer semestre del año se han incrementado un 20%, lo que nos hace ser optimistas, lo que significa que ha cambiado la tendencia. Las exportaciones comenzaron a caer desde 2014 y el año anterior se situaron en los cien millones de dólares, lo que representó un descenso de 15% frente a 2016.

 

 

 

 

P.: La situación de la industria textil ecuatoriana no es fácil, debido a que tiene una economía dolarizada y las importaciones de ropa desde China han crecido. ¿Cómo afrontan las empresas del sector esta coyuntura?

R.: Con dificultad, porque las compañías se han tenido que transformar y reducir sus estructuras para sobrevivir en un mercado donde el 60% de la ropa que se comercializa es de origen chino. Incluso, algunas empresas han tenido que cerrar. 

 

P.: ¿Cuántas empresas han cerrado en los últimos cinco años?

R.: No tengo una cifra exacta, pero los cierres se han concentrado básicamente en las pequeñas empresas del subsector de la confección, porque no tuvieron la capacidad para mantenerse en el mercado.

 

P.: Perú y Colombia tienen un TLC con Estados Unidos, lo que no sucede con Ecuador. ¿Cómo se compite en desventaja frente a los otros países de la región?

R.: Las oportunidades que hemos perdido son grandes, porque el país no llegó a firmar el TLC que lo había negociado con Estados Unidos entre 2004 y 2006. Para agravar nuestra situación, el Gobierno que presidía Rafael Correa) renunció en 2013 a Ley de Preferencias Arancelarias Andinas de Estados Unidos (Atpdea), que estaba en vigencia desde hace muchos años y benefició a la confección.

 

 

 

 

P.: ¿Cuáles han sido las consecuencias de estas medidas?

R.: No tener acceso al mercado estadounidense ha minado el crecimiento de las empresas ecuatorianas cuya actividad estaba centrada en la exportación de ropa, lo que ha tenido un impacto directo en el empleo. Sin duda alguna, renunciar al Atpdea ha sido una de las peores decisiones políticas que ha podido tomar un Gobierno.

 

P.: ¿Se ha dejado de producir en Ecuador?

R.: No exactamente, lo que han hecho algunas empresas es llevar parte de su producción a Colombia y a Perú con el objetivo de tener una puerta de acceso a Estados Unidos. Sin embargo, las inversiones que han hecho los empresarios ecuatorianos en esos países no han sido grandes, porque tampoco es tan sencillo llevar adelante un plan de internacionalización.

 

P.: El contrabando es un problema grave en el país. ¿Qué efectos tienen para la industria de la moda de Ecuador?

R.: Se trata de un problema latente que padecemos a diario, ya que está frenando la producción y destruyendo el empleo formal. En la actualidad, en el sector textil ecuatoriano trabajan 185.000 personas, de las cuales sólo el 35% está vinculada directamente con la industria. Los demás son trabajadores informales, lo que también es un gran problema para el sector.

 

P.: ¿La Unión Europea es una oportunidad para diversificar mercados?

R.: Sí, es una de las opciones que tiene el sector, pero todavía no conocemos el mercado en profundidad. Tenemos en mente hacer prospecciones en la Unión Europea, porque es el mercado que más ropa compra en el mundo. Nuestra oferta exportable, en ciertos productos, puede ser atractiva para Europa, porque somos especialistas en la fabricación de sombreros de paño, ponchos y suéteres, además de que hemos desarrollado una línea de ropa deportiva que ha tenido buen recibimiento en otros mercados exteriores.