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Ignacio Marcos (McKinsey): “Habrá empresas que en diez años crecerán sin ser sostenibles”

El consultor es uno de los expertos que ha participado en el informe, que asegura que la construcción de una nueva cadena de valor centrada en el reciclaje podría convertirse en una industria con un beneficio de entre 1.500 millones de euros y 2.200 millones de euros.

Ignacio Marcos (McKinsey): “Habrá empresas que en diez años crecerán sin ser sostenibles”
Ignacio Marcos (McKinsey): “Habrá empresas que en diez años crecerán sin ser sostenibles”
Ignacio Marcos es socio senior y líder de sostenibilidad en el área de consumo de McKinsey.

C. Juárez

14 jul 2022 - 05:00

Más inversión y tecnología. Estas son las dos claves para la construcción de una industria del reciclaje textil en Europa, que podría obtener un beneficio de entre 1.500 millones de euros y 2.200 millones de euros, según un informe de Mckinsey. Ignacio Marcos es uno de los expertos de la consultora que han participado en la elaboración del documento y explica que el punto de partida “para crear un ecosistema ganador” es la unión entre empresas y recibir apoyo de los gobiernos. Según el experto, Europa debería liderar el reciclaje textil, y España tendría un papel fundamental al ser cuna de grandes grupos de distribución de moda. Sin embargo, Marcos lamenta que, en general, las empresas todavía “piensan que hay más riesgos de que las señalen que beneficios” en cuestión de sostenibilidad, y que “hay grupos que, desgraciadamente, seguirán creciendo en los próximos diez años sin ser sostenibles”.

 

 

Pregunta: ¿El reciclaje 100% de las prendas será posible en el futuro?

 

Respuesta: El sector tiene que ser mucho más sostenible y ahora mismo hay un exceso de productos que van en una sola dirección. La industria tiene que cambiar de modelo de negocio hacia modelos más integrados donde las marcas sean más responsables de recoger las prendas y reutilizarlas. El primer cambio conceptual es que la moda de un solo uso y consumo se debería cambiar. El segundo cambio es intentar ir hacia el reciclaje completo, aunque todavía faltan tecnologías. Al final es un tema de costes.

 

 

P.: ¿Por dónde habría que empezar?

 

R.: El punto de partida es la recolección. Ahora mismo los ratios de recolección son extremadamente bajos, y deberían ser mucho mayores. Las marcas de moda deberían usar sus tiendas como puntos de recolección y para fomentar los modelos de negocio circulares.

 

 

P.: ¿Y después?

 

R.: Una vez que se tengan los ratios significativos de recolección, la clave es la separación. Las tecnologías actuales son muy estrictas en el tipo de materiales que admiten para el reciclaje de prendas, y es uno de los mayores problemas. En vidrio, que es uno de los sectores más avanzados en cuestión de reciclaje, también continúa siendo un problema el tema de separación de materiales.

 

 

 

 

P.: ¿Falta inversión en tecnologías del reciclaje?

 

R.: Sí, todavía la inversión es muy baja. La tecnología está identificada y está empezando a avanzar, pero hace falta mucha más inversión para que se desarrolle del todo. Nosotros creemos que, en un escenario muy optimista, en 2030 sólo se podrá llegar al 26% de las prendas recicladas.

 

 

P.: El informe apunta a que se necesita entre 6.000 millones de euros y 7.000 millones de euros de inversión. ¿Quién tiene que liderar la inversión?

 

R.: Nuestra visión es que al final el sector privado debería ser el primer interesado, porque debería ser parte de su propuesta de valor. Aunque también hay una serie de actores públicos clave que deberían apoyar el reciclaje textil.

 

 

P.: ¿Cómo se podría materializar el apoyo del sector público?

 

R.: De dos formas. La primera, con una regulación que fomente el reciclaje y penalice a los que no lo hacen. La segunda es dar ayudas para la inversión en tecnología y el desarrollo de ciertos tipos de negocio. El apoyo es muy necesario, porque al final, desarrollar este sector también implica la creación de puestos de trabajo, que nosotros estimamos que tendría un impacto holístico de entre 3.500 millones de euros y 4.500 millones de euros en 2030.

 

 

 

 

P.: ¿La ley es óptima?

 

R.: La Unión Europea esta fomentando con ciertas políticas, pero se podría hacer todavía más para crear un marco regulatorio.

 

 

P.: ¿Cuáles son los desarrollos más importantes en reciclaje textil?

 

R.: El primer desarrollo es montar un ecosistema ganador para poder coger la masa critica que hace falta. Para eso necesitamos que haya una serie de personas que inviertan en recolección y separado de prendas. Después hay que fomentar una segunda industria, de reciclado y manufactura de prendas, apoyado en el sector privado y el sector público.

 

 

P.: ¿Qué papel tendrían las marcas?

 

R.: Las marcas tienen que trabajar en tres dimensiones. La primera de ellas es que el reciclaje forme parte de su propuesta de valor. Luego, trasladar esos mensajes a los consumidores y, tercero, ponerse objetivos ambiciosos. Lo malo es que las marcas tienen mucho miedo y cuidado de que las señalen. Para ellas, hay más riesgo que beneficio, y como hay mucho gris en cuestión de sostenibilidad, pocas marcas están en las zonas blancas.

 

 

P.: ¿Puede Europa liderar el reciclaje?

 

R.: Debería liderar. Ya lo está haciendo, pero el problema es que no conseguimos apostar con el nivel de inversión necesario para acelerarlo con la agilidad que se necesita. El miedo es que otras geografías sean capaces de movilizar recursos más rápido y lleven la delantera.

 

 

 

 

P.: ¿Qué papel tendría España?

 

R.: El papel de España se define en tres puntos. El primero, al ser la cuna de empresas líderes del sector, deberíamos apostar por que se conviertan en los actores principales de reciclaje. Segundo, es un país donde ya ha habido un avance grande en cuestión de reciclaje en distintas industrias, y podríamos ser lideres en recolección y separación. El tercer punto es que ya hay emprendedores que están empezando a apostar por esto.

 

 

P.: ¿El Gobierno tendría algún papel?

 

R.: Sí, debería hacer una apuesta clara por el reciclaje y potenciar que las empresas se asocien mucho más entre ellas. Tenemos el ejemplo de Ecoembes, pero no hay nada equivalente en el textil.

 

 

P.: ¿Es un ámbito en el que invertir?

 

R.: Toda la cadena de valor es atractiva, pero el riesgo de retorno es diferente en cada fase. El negocio del reciclado tiene mayor margen que el de recogida de residuos, pero requiere una inversión de capital grande y de I+D. Hay distintos tipos de inversores en este sector, unos buscan negocios más estables y otros con mayores riesgos, pero más retorno.

 

 

 

 

P.: ¿El reciclaje hará que el sector sea más pequeño?

 

R.: Aquí hay tres teorías. La primera, es que, si conseguimos poner en marcha el negocio circular, seremos capaces de producir la misma ropa que antes y hacer que el sector crezca. La segunda teoría es que, al reutilizar, se consumirá menos y el sector será más pequeño.

 

 

P.: ¿Y la tercera?

 

R.: La tercera es que la industria de la moda está creciendo en paralelo a la sostenibilidad. El sector seguirá ganando tamaño, pero va a haber grandes ganadores y perdedores, y aparecerán actores nuevos. Los ganadores serán aquellos que consigan tener modelos de negocio circulares y con la producción en cercanía. La clave es conseguir montar estos nuevos modelos, hacer que el consumidor pague y los gobiernos penalicen a los que no cumplan los criterios de sostenibilidad. Pero este no será el único modelo ganador y va haber empresas que en los próximos diez años sigan creciendo sin ser sostenibles.

 

 

P.: ¿Pero es posible actualmente crecer sin ser sostenible?

 

R.: Por desgracia sí. Ahora mismo vemos algunas empresas que crecen a un ritmo meteórico sin ser sostenibles. La pregunta es hasta cuándo los consumidores y los reguladores permitirán eso.