
I. Maurizi (Ebca): “Debemos pasar de una política sostenible a una industrial sostenible”
La directora general de la European Branded Clothing Association (Ebca) desde el año pasado, Isabelle Maurizi, reflexiona sobre el sector, el impacto que tuvo la pandemia y las oportunidades que se presentan en los próximos años.


6 mar 2025 - 05:00
Ciudades desiertas y tiendas llenas de ropa. Es el escenario que dejó en marzo de 2020 el Covid-19, una pandemia que supuso una disrupción sin precedentes para la economía mundial y que golpeó con particular dureza a la moda. ¿Cómo se ven, con la perspectiva del paso del tiempo, los meses en los que el mundo vio limitados sus movimientos y el contacto social como nunca antes para hacer frente al contagio del virus? Modaes aborda en este especial cómo se ha transformado el sector y qué lecciones dejó la pandemia del Covid-19.
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La pandemia fue el pistoletazo de salida para el que ya se ha conocido como tsunami legislativo en la sostenibilidad. Ante las oleadas de nuevos requisitos y objetivos para las empresas, la moda se unió más que nunca para asegurarse de que no se legislara sin ella. La European Branded Clothing Association (Ebca), que desde septiembre del año pasado cuenta con Isabelle Maurizi como nueva directora general, ha tomado más fuerza desde entonces. ¿Qué aprendió la moda durante la pandemia? ¿Qué errores se cometieron? Y, especialmente, ¿qué pasaría si algo parecido volviera a ocurrir?
Pregunta: ¿Fue el Covid-19 el gran detonante para que la moda se uniera?
Respuesta: La pandemia fue un game changer para toda Europa y la manera en la que vendemos productos en general. La razón por la que Ebca está trabajando tan activamente desde entonces es principalmente que, como sector, necesitábamos un lugar seguro donde discutir entre las empresas y dar un feedback constructivo a la Comisión Europea durante la aprobación del Green Deal. El textil, además, ha sido reconocido como uno de los grupos de productos prioritarios que debe evolucionar hacia una industria más sostenible, y en consecuencia, en pocos años hemos pasado de un sector muy poco regulado a serlo en gran medida. Necesitábamos organizarnos para dar respuestas activas a preguntas cómo qué entendemos por sostenibilidad, cómo queremos dar mejor información al consumidor y cómo debemos trabajar con los proveedores. Así que, en parte, el cambio estuvo también impulsado por este reconocimiento de la Comisión Europea de priorizar el textil entre otros productos.
P.: ¿Está el sector más preparado si volviera a haber una crisis parecida?
R.: Creo que tenemos una buena historia que contar. El sector textil en general, no únicamente la moda, porque es un concepto un demasiado ambiguo, tiene muchas buenas historias que contar. Tenemos mucho qué decir y hemos trabajado de manera muy activa más allá de la legislación. Y ahora que el término ha evolucionado más allá de la seguridad de los trabajadores en las fábricas y abarca cualquier concepto que tenga que ver con el medioambiente y la sociedad, es más importante que nunca trabajar juntos y mostrar lo importante que es este sector en términos de impacto económico en la industria europea y global.
“Es más importante que nunca trabajar juntos y mostrar lo importante que es este sector en términos de impacto económico en la industria europea y global”
P.: Parece que hay una perspectiva más relajada en términos de sostenibilidad desde Bruselas, ¿quiere decir que la moda no acabará por ser un sector tan regulado como parecía?
R.: La diferencia principal es que la anterior legislatura nos dio una dirección hacia la que la Comisión quería ir en términos de liderazgo climático y sostenibilidad. Pero en este nuevo mandato, nos tenemos que asegurar de que tenemos las herramientas para cumplir estos objetivos, es decir, que podemos realmente incorporar ciertos porcentajes de materiales reciclados, que podemos invertir en infraestructuras para el reciclaje, etc. La idea es que ahora nos podamos centrar en la operatividad y no tanto en el reporting, y es eso lo que buscamos desde Ebca. No queremos reducir la legislación medioambiental, aunque tampoco es que necesitemos más, sino que queremos asegurarnos de que las reglas son suficientemente fáciles como para cumplirlas a la vez que preservamos la competitividad.
P.: ¿Cuáles han sido los principales logros de Ebca estos últimos años?
R.: La visión de Ebca es asegurarnos de que somos un partner estratégico para consolidar la prosperidad de Europa, destacando la gran contribución que tiene el sector textil en la economía europea, porque si pagas impuestos y operas dentro de la Unión Europea, también estás contribuyendo a la cultura social. Así que nuestro objetivo, que todavía no sé si puede considerarse un logro, es asegurarnos de señalar la importancia del sector al resto del mundo.
P.: ¿Se trató bien a la moda en la pandemia?
R.: Claramente fue una experiencia única y nueva para todos. La gestión en general fue muy compleja, y sí que se vio la gran capacidad de seguir funcionando, de invertir en el canal digital y, en resumen, la gran resiliencia de todo el sector. Pero también se vio la dependencia de las cadenas de suministro o el efecto de indicadores como la inflación. No sabría decirle si se le trató bien o no, porque al final, iba más allá de la moda, los políticos y gobiernos hicieron en muchas ocasiones lo que pudieron con la situación, especialmente porque, al final del día, había gente falleciendo.
“No queremos reducir la legislación medioambiental, sino que queremos asegurarnos de que las reglas son suficientemente fáciles como para cumplirlas”
P.: ¿Qué aprendió exactamente el sector del Covid-19?
R.: Lo primero es la competitividad y la necesidad de igualar el terreno de juego, que las normas que se pongan en marcha, sean las que sean, se apliquen a todos los jugadores, sin importar su modelo de negocio o dónde estén ubicados. Simplemente porque tenemos que asegurarnos de que todos los productos que entre en el mercado europeo sean seguros, y para eso necesitamos una regulación unitaria. Y en segundo lugar diría la sostenibilidad. Este concepto se ha convertido en un asunto muy importante para los consumidores, los reguladores y toda la industria, y es así como nacen las regulaciones. Pero ahora debemos asegurarnos de que, como sector, tenemos las herramientas adecuadas y certeza legal. ¿Por qué? Porque, aunque los consumidores aseguren que están interesados en consumir de forma más sostenible, su driver principal sigue siendo el precio, las tendencias y el fit, y por eso tenemos que asegurarnos de que los productos sostenibles no sean más caros. Si queremos que la gente consuma de forma sostenible, tenemos que ponerlo al alcance de todos.
P.: ¿Y cuáles fueron los grandes errores?
R.: Es una pregunta bastante amplia en el sentido de que el sector está extremadamente fragmentado. Como en todo, ha habido ganadores y perdedores en ambos lados. La habilidad de ser resiliente depende del mercado y del tamaño de la empresa, y quizás si que las pequeñas y medianas empresas se vieron más afectadas que las grandes, pero al final de los días, todavía estamos luchando, grandes y pequeños, por mantener nuestra competencia frente a otros jugadores que no se ciñen a nuestras reglas.
“Aunque los consumidores aseguren que están interesados en consumir de forma más sostenible, su driver principal sigue siendo el precio, las tendencias y el fit”
P.: Desde el fin de la pandemia, el sector ha vivido otros grandes shocks. ¿Es inevitable para la moda tener que afrontar este tipo de impactos?
R.: Somos un sector enfocado en el consumidor, por lo que al final del día dependemos enormemente del consumo y de que la economía funcione para, de alguna manera, seguir creciendo y ser rentables. Así que cualquier dificultad económica es muy desafiante para nosotros, y por eso insistimos en la necesidad de una buena regulación que esté basada en la realidad. ¿Cómo podemos cumplir los nuevos estándares y objetivos sin tener que reinventar toda la rueda productiva? ¿Cómo creamos una infraestructura de datos para proveer de la información necesaria a los reguladores y el consumidor? Porque todo esto son costes, y tenemos que tener en cuenta siempre la dependencia del entorno económico y geopolítico.
P.: ¿Ofrece el entorno actual oportunidades para Europa?
R.: Si se hace correctamente, realmente podemos conseguir las ambiciones de la Unión Europea, incluso las que van más allá de la sostenibilidad. Y para hacerlo, necesitamos, y no paro de volver a este tema, no tener barreras innecesarias y poder mantener nuestra competitividad, además de suficiente financiación. Porque si queremos productos más sostenibles, debemos asegurarnos de que todas las start ups e innovaciones que surgen cada día pueden llevarse a escala industrial. La clave es pasar de una política sostenible a una política industrial sostenible.