Back Stage

Generales 2015: Alberto Garzón, atrás el ‘look’ obrero para seducir a los universitarios

S. RIERA/ F. MARÍN-CAMP

2 dic 2015 - 04:49

 

Con treinta años recién cumplidos, Alberto Garzón aporta un nuevo aire a la izquierda del país. Político de origen riojano, diputado por Málaga en el Congreso de los Diputados, peleará con Pablo Iglesias por el electorado situado más a la izquierda en las próximas elecciones del 20 de diciembre como candidato de Izquierda Unida (IU). Según los expertos, el político deja atrás viejas etiquetas vinculadas al movimiento obrero para dar una imagen de intelectual progresista con la que transmite mayor seriedad y seguridad.

 

Modaes.es realiza durante los días previos a las elecciones generales del próximo 20 de diciembre una serie especial de artículos para analizar la imagen de los candidatos de los principales partidos a la presidencia del Gobierno español. En una segunda fase, la serie se volcará en el análisis de sus propuestas políticas. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, fue el protagonista de la anterior entrega de esta serie.

 

Nacido en Logroño en 1985, Alberto Garzón es licenciado en Economía por la Universidad de Málaga. En 2003, se hizo militante de IU y, en 2011, encabezó la lista de este partido en la provincia de Málaga, recibiendo el respaldo de personas del mundo de la cultura como Juan Diego Botto o Carlos Bardem. Ha sido el diputado más joven del Congreso en la presente legislatura.

 

Rival de Pablo Iglesias por la izquierda, ambos líderes son contrincantes políticos sólo en quince de las diecisiete comunidades autónomas de España. En Cataluña y Galicia, IU se presenta a la próximas elecciones en coalición con Podemos. 

 

 

La americana, los vaqueros y las camisas remangadas de Garzón han dado un vuelco a la imagen de IU. “El candidato representa el estilo de la gauche divine de hoy, del intelectual con bicicleta”, sentencia Laura Cervi, profesora de comunicación política de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y doctora por la Università di Pavia. Según Cervi, Garzón simboliza la transformación del partido y de la izquierda en general. “Su look no tiene nada que ver con el de Cayo Lara, que representaba al votante obrerista”, apunta la experta.

 

“El estilo de Garzón respecto a los anteriores líderes del partido ha evolucionado igual que sus votantes –sostiene Cervi-, porque hoy, para una persona joven, Izquierda Unida es el partido de los doctorandos”. La profesora asegura que todavía hoy se mantiene una percepción equivocada de la estética de izquierdas, porque sigue vinculándose al obrero y, en muchos casos, el salario de un trabajador en fábrica es más elevado que el de un profesor de universidad.

 

La experta explica que Garzón ha modernizado IU, “tal y como hizo antes ICV con el partido en Cataluña”. “Este estilo moderno de intelectual progresista también está presente en otros políticos de izquierdas como Xosé Manuel Beiras (Anova, antes BNG) o Ernest Urtasu (ICV)”, apunta.

 

Pero no todo son halagos entre los expertos. Otras miradas aseguran que al candidato de IU le falta arrojar personalidad sobre su estilo y necesita buscar elementos con los que destacar más frente a sus rivales. A favor de Garzón juega la juventud y su imagen de sensatez y seriedad, pero cuando acentúa demasiado estos rasgos pierde personalidad y visibilidad.

 

“No es clásico, pero le falta modernidad, un poco más de rollo, y esto es, en parte, porque no le hace ni caso a la moda”, afirma Inmaculada Urrea, socia fundadora de la consultora Sofoco Media. “La moda ya no implica gastar mucho dinero, por lo que vincularla con la frivolidad ya no tiene sentido en un momento en el que la moda está desclasada”, asegura la experta. “El buen gusto no debe ser capital burgués, porque el estilo no tiene que ver con el dinero, sino con la educación del gusto”, señala.

 

 

Por otro lado, Montse Guals y Elisabet Olivé, fundadoras de la empresa de asesoría de imagen Qué me pongo, sostienen que el estilo de Garzón es el correcto con aquello que defiende y lidera. No obstante, el candidato de IU podría sacar mucho más partido a su presencia cambiando simplemente los colores con los que se viste.

 

“Uno de los motivos por los que pasa casi desapercibido es el color de sus camisas; utiliza unos grises que no lo favorecen”, aseguran Guals y Olivé. “La camisa blanca da luz a la cara y da una imagen más saludable, mientras que con los tonos opacos y la barba, su imagen no destaca”, apuntan.

 

En este sentido, las expertas recuerdan que uno de los motivos por los que Nixon perdió el primer debate televisado con Kennedy en 1960 fue por la imagen que transmitió el líder republicano. “Los que siguieron el debate por radio dieron por ganador a Nixon, pero en cambio, los que lo siguieron por televisión, claramente vieron ganador a Kennedy porque su rival transmitió una imagen de hombre cansado y abatido”, señalan.

 

Según coinciden todas las expertas consultadas, la izquierda no cuenta con asesores de imagen en la mayoría de las ocasiones, mientras que en Estados Unidos esta es una figura primordial.