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Ganni: menos emisiones, pero menos presupuesto en el emblema ‘fashion’ de la sostenibilidad

La empresa danesa se ha dado a conocer no únicamente gracias al auge de la moda nórdica, sino por su apuesta por eliminar la dependencia del crecimiento económico con el impacto ambiental.                                

Ganni: menos emisiones, pero menos presupuesto en el emblema ‘fashion’ de la sostenibilidad
Ganni: menos emisiones, pero menos presupuesto en el emblema ‘fashion’ de la sostenibilidad
En 2023, la compañía de moda logró reducir sus emisiones totales un 7% respecto a las emitidas en 2021.

Celia Oliveras Castillo

La caída del olimpo de la sostenibilidad de la estadounidense Everlane, que nació como la promesa sostenible y transparente de la moda en 2010 y fue acusada de greenwashing apenas una década después, dejó espacio a otras empresas jóvenes que ya no pueden desvincular su ADN de la sostenibilidad. Ganni, la firma danesa que ha crecido al calor del auge de la moda nórdica, lidera ahora la lista de los nuevos nativos sostenibles de la moda.

 

En 2023, la compañía de moda logró reducir sus emisiones totales un 7% respecto a las emitidas en 2021, según explica su memoria de sostenibilidad, donde ha puesto de manifiesto sus esfuerzos para desvincular su crecimiento del impacto ambiental. Desde entonces, sin embargo, los ingresos de la compañía han crecido un 18%.

 

En comparación con 2022, las emisiones indirectas de la compañía se han contraído un 21%, hasta las 15.039 toneladas. Los esfuerzos de la compañía se han centrado en el uso de materiales más sostenibles, que suponen el 60% de las emisiones de Ganni. Durante el último ejercicio, las emisiones relacionadas con el uso de materiales se situaron por debajo de los niveles tanto de 2021 como 2022.

 

Además, la estrategia de Ganni también ha incluido reducir las emisiones del transporte, tanto de las prendas acabadas como de los materiales vírgenes, un proyecto piloto con paneles solares en una planta de Portugal o dejar de trabajar con empresas que utilicen métodos de combustión en sus facilidades.

 

Las emisiones de alcance 2, en las que Ganni incluye todas las procedentes del uso de electricidad, sin embargo, se han elevado un 46% respecto a 2022, hasta las 475 toneladas. “Ahora tenemos en cuenta las emisiones asociadas a la producción de energía en vez de hacer suposiciones sobre la combustión in situ”, explica la compañía, que ha pasado de contabilizar estas emisiones como de alcance 1 al 2.

 

Esta contracción, sin embargo, se opone al aumento de las emisiones de la compañía en 2022. Durante ese periodo, Ganni emitió un total de 19.061 toneladas de dióxido de carbono, un 16% más, a causa de la expansión de las operaciones de la empresa. “Gran parte de este aumento puede atribuirse a la expansión de nuestras operaciones a otros países, incluido China, lo que internacionalizó nuestra cadena de suministro y requirió un aumento de la logística de transporte”, asegura la empresa.

 

A pesar de haber conseguido reducir su impacto durante 2023, Ganni ha reducido el porcentaje de sus ingresos que dedica a las estrategias de sostenibilidad. La empresa, que no ha hecho pública la cifra exacta, dedicó en 2023 un 0,6% de su facturación anual a estos proyectos, frente al 1,1% que destinó en 2021.

 

 

La estrategia de descarbonización de Ganni, que prevé llegar a la neutralidad climática en 2025 y reducir a la mitad sus emisiones para 2027, también ha pasado por eliminar el cuero virgen de su producción, el responsable de la mayor cantidad de emisiones a pesar de suponer únicamente un 9% del material que utiliza la compañía.

 

En 2023, Ganni sustituyó este porcentaje completamente por cuero reciclado o alternativas de nueva generación. Respecto al algodón orgánico, que supone un 34% de las emisiones relativas a los materiales, el poliéster reciclado, que alcanza un 19% del peso total, o la lana virgen, Ganni no especifica haber hecho ningún intento para intercambiarlos por alternativas más sostenibles.

 

Los materiales de nueva generación, que Ganni ha incluido en su producción a través de siete proyectos piloto con empresas como Renewcell, Ambercycle o Ohoskin, suponen actualmente un 1% de la producción total de la empresa. Para 2025, sin embargo, prevé elevar este porcentaje hasta el 10%, a través de once nuevas colaboraciones.

 

“Necesitamos escalar y comercializar estos materiales, y queremos utilizarlos de manera recurrente en nuestras colecciones principales. Sin embargo, esto es más complicado de lo que parece, ya que dependemos de que las empresas consigan más demanda y financiación”, asegura la empresa.

 

 

La empresa nórdica, que todavía no ha hecho públicos sus resultados para el ejercicio fiscal 2023, ha adelantado en el informe de sostenibilidad que espera registrar un “crecimiento moderado”.

 

A pesar de que estas previsiones se alejan del crecimiento a doble dígito que ha registrado Ganni en los últimos ejercicios, la empresa ha celebrado seguir invirtiendo en sostenibilidad.

 

“A pesar del crecimiento financiero más lento que hemos registrado en 2023, seguimos invirtiendo en iniciativas sostenibles, hasta conseguir reducir un 7% nuestras emisiones con respecto a 2021”, ha celebrado Nicolaj Reffstrup, cofundador de la compañía.