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Erick Behar (Universidad Central): “Es determinante que la inversión extranjera fluya más fácilmente en Colombia”

El decano de la facultad de Ciencias Administrativas Económicas y Contables de la Universidad Central de Colombia analiza el panorama económico del país cafetero después de las elecciones presidenciales.

M. Cantini

20 jun 2018 - 00:00

Erick Behar (Universidad Central): “Es determinante que la inversión extranjera fluya más fácilmente en Colombia”

 

 

 

Erick Behar es el decano de la facultad de Ciencias Administrativas Económicas y Contables de la Universidad Central de Colombia. El docente, que cuenta con una amplia experiencia tanto en el sector público como en el privado, analiza varios aspectos de la economía del país, después de las elecciones presidenciales del pasado domingo.

 

Preguntas: ¿Qué debilidades tiene hoy la economía colombiana?

Respuesta: Colombia tiene una debilidad estructural fundamental y es la dependencia que se tiene del sector minero y energético, lo que significa que más del 50% de las exportaciones dependen del petróleo y el níquel.  Actualmente, el sistema tributario es muy pesado para los empresarios tanto por la excesiva tramitología como por la recaudación. El régimen pensional es uno de los grandes retos del país, porque la cobertura sólo abarca el 24% de los trabajadores colombianos.

 

P.: ¿Cuáles son los problemas estructurales más importantes del país?

R.: El tema principal es la rama tributaria, porque hay que cumplir con la regla fiscal, que es una política pública que establece que se debe llegar al año 2022 con un déficit estructural de máximo el 1%. Es decir, no podemos exceder los gastos con los ingresos en ese porcentaje y ese comportamiento es muy dinámico y variable.

 

P.: ¿Qué fortalezas tiene el país?

R.: Colombia tiene un mercado laboral muy dinámico y hay una gran población joven que se está capacitando en varios campos, en especial en los tecnológicos. La estructura del sector manufacturero es muy sólida, en especial en regiones como Antioquia, Santander y Bogotá. La estabilidad jurídica es fuerte, a pesar de los problemas sociales que ha tenido el país, las instituciones han prevalecido, a diferencia de Venezuela, por ejemplo.   

 

P.: En tres palabras, ¿cómo se puede calificar el momento económico actual de Colombia?

R.: La economía colombiana es estable, potencial y tiene que internacionalizarse más.

 

 

 

 

P.: ¿Qué nota se le puede dar al modelo regulatorio del país frente al de otras economías latinoamericanas? ¿Y respecto a los países europeos o Estados Unidos?

R.: Colombia ha avanzado bastante, en una escala de uno a cinco, un 3,8 puede ser una nota óptima pero no estamos dentro de los mejores. Nuestro sistema económico tiene flexibilidad para unos temas y para otros no, de alguna manera ha logrado que muchas compañías extranjeras se interesen por invertir en el país.

 

P.: ¿La clase media del país tiene un tamaño suficiente? ¿Hay un problema de ascensor social y reparto de la riqueza?

R.: El país ha tenido un avance significado en la reducción de pobreza en los últimos años, tanto de una manera multidimensional como monetaria, lo que ha permitido la expansión de la clase media, ampliando las actividades de consumo y compra de bienes.

 

P.: Colombia lleva creciendo 17 años consecutivos. ¿Hay signos de agotamiento de este ciclo de expansión económica?

R.: No, estamos en un periodo de recuperación y lo reflejan los índices de la confianza del consumidor, después de una época larga de decrecimiento, luego de varios momentos claves (paro camionero, reformas, fenómeno del Niño, etc), el país ha logrado controlar la inflación cerca de un 3%, marcando estabilidad en los precios, siendo esto un factor llamativo para las inversiones extranjeras.

 

 

 

 

P.: La OCDE ha rebajado sus previsiones de crecimiento para Colombia. ¿Se avecina una recesión?

R.: No, estamos en un momento de optimismo y más ahora con la llegada del nuevo presidente. La Ocde es un club de datos y de información, ellos están obligados a presentar sus informes basados en estadísticas. Las previsiones con Colombia se basaron en un crecimiento del PIB del 2,5%, cuando en la realidad marcó un 2,2%, lo que no significa que pasáramos por un ciclo económico negativo.

 

P.: ¿Qué primeras medidas económicas debería tomar el nuevo Gobierno?

R.: Lo principal es que se implementen reformas de flexibilización en la forma en que se hacen los trámites, que actualmente se rigen por la burocracia. Lo ideal es una reforma tributaria clara donde el valor del IVA vuelva al 16%, una transformación donde se marque una exención de impuestos para los emprendimientos que inviertan en ciencia, tecnología e innovación. También será determinante seguir ampliando las medidas que ayuden a que la inversión extranjera fluya más fácilmente en el país.

 

P.: El presidente Duque anunció cambios en la política tributaria. ¿En qué dirección debería ir esta reforma?

R.: Simplificar los trámites es la clave de todo. Por ejemplo, las empresas deben declarar la retención en la fuente (sistema de recaudo anticipado del impuesto sobre la renta y complementarios, del impuesto a las ventas, del impuesto de timbre nacional y del impuesto de industria y comercio) cada mes, lo que incluye muchos gastos adicionales, lo ideal es que estos pagos se puedan hacer anualmente.  

 

 

 

 

P: El sector de la moda es estratégico para el país. ¿Qué papel puede jugar a futuro esta industria?

R.: La moda tiene un impulso en branding que sirve para desarrollar no sólo la industria como tal, sino que ayuda a posicionar al país como destino o hub, gracias a eventos como Colombiamoda o Bogotá Fashion Week, que logran encadenamientos productivos hacia atrás y hacia adelante, lo que significa que otros sectores se ven beneficiados, como la gastronomía o el turismo.

 

P.: ¿Y cómo puede hacer la industria ser más competitiva contra la competencia asiática?

R.: Mantener el control del contrabando es fundamental, pero el eje principal es que las compañías se fortalezcan a sí mismas para seguir siendo competitivas. Para esto es necesario que las políticas gubernamentales sean más flexibles en cuanto a temas de contrataciones, por ejemplo. Volverlas más competitivas con la creación de fondos de capital semilla, con tarifas diferenciales para que las empresas tengan todas las herramientas para fortalecer su propuesta.