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Eloy Rodríguez: “El lujo y el deporte son los que tienen más ventaja en sostenibilidad”

El especialista en retail y socio de la consultora Kearney señala que “todavía queda mucho para que la sostenibilidad no sea un factor diferencial”. Rodríguez apunta que cualquier empresa de moda podría competir con Patagonia si “tuviera más proactividad o inversión”.

Eloy Rodríguez: “El lujo y el deporte son los que tienen más ventaja en sostenibilidad”
Eloy Rodríguez: “El lujo y el deporte son los que tienen más ventaja en sostenibilidad”
Eloy Rodríguez es socio de la consultora Kearney

C. Juárez

28 jul 2022 - 05:00

La sostenibilidad todavía tiene mucho recorrido. Esta es una de las conclusiones del informe de Kearney que analiza las empresas más sostenibles de la moda. Según Eloy Rodríguez, socio de la consultora, las ganadoras son compañías de lujo y deporte, “porque tienen más ventaja competitiva en cuestión de sostenibilidad”. Según el experto, “los reguladores y legisladores tienen que ayudar que las prácticas sean más sostenibles a través de la internalización de las externacionalizaciones negativas”.

 

 

 

Pregunta: El informe dice que la circularidad en la moda todavía es un objetivo muy lejano. ¿Qué falta?

 

Respuesta: Tiene mucho que ver con el concepto de circularidad en sí mismo. Nosotros la definimos con varias dimensiones basadas en dos perspectivas: el mercado primario (ventas a consumidores) y el fomento del mercado de segunda mano, reciclaje, y alquiler de prendas. El índice ha querido ponderar el segundo elemento, y al final, lamentablemente el sector tiene una puntuación relativamente baja. Algunas marcas lo hacen muy bien, y sobre todo las de ropa deportiva, técnica, lujo. En general, no hay ninguna sola de estas dimensiones que más de un 10% de las marcas lo hagan de forma creíble.

 

 

 

 

P.: Patagonia lidera el ránking de empresas sostenibles. ¿Pueden competir contra ella las marcas que no están especializadas?

 

R.: Podrían hacerlo si tuvieran proactividad, inversión o mostraran que se está apostando por la sostenibilidad y la circularidad, con iniciativas como disponer de puntos de recogida o utilizar en un porcentaje mayor materiales reciclados.

 

 

P.: ¿Qué pasará cuando la sostenibilidad ya no sea un valor diferencial?

 

R.: Para que eso suceda todavía queda bastante. Lo que estamos viendo en otros informes es que cada vez más los consumidores le dan mas importancia a la sostenibilidad y si tienen dos productos comparables y uno de ellos es mas sostenible, están dispuestos a pagar por ello. La inversión en sostenibilidad es acertada, pero hay que entenderla con más perspectiva, desde las operaciones, cadena de suministro, y proveedores.

 

 

P.: ¿En los últimos años se ha priorizado demasiado la sostenibilidad medioambiental sobre la sostenibilidad social?

 

R.: Sí, sin duda. Hay un entendimiento por la mayoría de los actores, desde el consumidor hasta las empresas, pasando por inversores y reguladores. Su concepto de sostenibilidad pasa únicamente por asuntos medioambientales. Pero es indudable que la sostenibilidad tiene más dimensiones, aspectos sociales, seguridad en el trabajo o garantía de regulaciones por parte de proveedores.

 

 

 

 

P.: ¿Es adecuada la legislación?

 

R.: Hay una carencia de dos cosas. Por un lado, los reguladores y legisladores tienen que ayudar que las prácticas sean más sostenibles a través de la internalización de las externacionalizaciones negativas. Por otro lado, creo que también hay bastante recorrido a la hora de establecer o hacer cumplir ciertas normas o directrices más globales, como la trazabilidad, o establecer la vida útil de las prendas. Los gobiernos juegan un papel para apoyar con inversiones en infraestructuras, I+D, tecnología de reciclaje o incentivos fiscales para las empresas que lo hacen bien.

 

 

P.: ¿Es posible una industria de la moda 100% sostenible?

 

R.: Debería ser el objetivo. Lo que hay que hacer es entender el concepto de la sostenibilidad. Un modelo 100% sostenible es muy ambicioso. Ha dejado de ser una opción para ser una necesidad que afecta a todos los stakeholders.

 

 

P.: ¿Por dónde hay que empezar: por las empresas o por los consumidores?

 

R.: Casi todos ya han empezado a caminar por la senda de la sostenibilidad. El consumidor está cada vez más concienciado y es quien tira de todo, y las empresas intentan adaptarse. Para las marcas de moda, el impacto está en toda la cadena.

 

 

 

 

P.: ¿Relocalizarse es lo más sostenible?

 

R.: Desde la perspectiva de que una cadena de suministro tiene que tender a ser net zero, sí. Eso tiene mucho que ver con dónde están localizados tus proveedores. Es complicado, pero posible.

 

 

P.: Lujo, fast fashion, deporte, ¿para qué sector es más difícil?

 

R.: Relacionado con la circularidad, el fast fashion es el que lo tiene más difícil. En general, se ve claramente que el lujo y el deporte son los que tienen mas ventaja competitiva. Son sectores que por el posicionamiento de precios se pueden permitir trabajar con proveedores más cercanos.

 

 

P.: Dicen que viene una crisis. ¿Es un hándicap para el avance de la sostenibilidad?

 

R.: Lo que hemos visto es que es cierto que cada vez se le da mas importancia a la sostenibilidad, pero cuando pones en la balanza, se ve que, si la sostenibilidad va a suponer un incremento en los costes de producto, va a afectar. Lo que sí que es cierto es que la circularidad tiene más que ver con prologar la vida de las prendas, y suele ser más barato.