Elena Carasso, el alma de una de las revoluciones de Isak Andic

Decía Isak Andic, fundador de Mango, que en la historia de la compañía que él mismo fundó las revoluciones habían sido clave. El empresario, fallecido el pasado diciembre, sostenía que cada ocho años la empresa había dado un giro, sin el cual su situación actual no sería posible. Una de esas revoluciones fue el salto al ecommerce y, tras ella, estuvo Elena Carasso, el alma online de Mango que abandona la compañía tras una trayectoria de más de tres décadas en ella.

Nacida en Barcelona en 1968, una joven Carasso se incorporó al equipo de diseño de la empresa en 1991. Con el diseño gráfico como principal atribución, Carasso comenzó a dedicarle ratos libres a Internet y en 1995 puso en marcha la web corporativa de Mango, que la empresa usaba principalmente para captar franquiciados.

La compañía publicaba su catálogo en su página web para acercarlo a sus socios de distribución, pero a medida que Internet ganaba penetración, más y más clientes escribían a la empresa pidiendo información sobre las prendas. Mango, que en aquel momento tenía como objetivo abrir una tienda en cada ciudad del mundo, se dio cuenta de que Internet podía estar al servicio de aquel sueño.

Elena Carasso se incorporó como diseñadora gráfica a Mango en 1991

¿El problema? Isak Andic no tenía demasiada fe en Internet. Un día de finales de los años noventa, Elena Carasso entró en el despacho del fundador de Mango para tratar de convencerle sobre el potencial de aquel nuevo canal. Andic no entendió la primera explicación que le dio la ejecutiva, así que siguió preguntando y preguntando. Al terminar, el empresario le dijo a Carasso que, aunque él no terminaba de verlo claro, si ella estaba convencida pusiese a rodar el proyecto.

Con la confianza de Isak Andic, Elena Carasso puso en marcha el departamento online de Mango. En el año 2000, Mango lanzó su web para cliente para toda la Comunidad Económica Europea, tomando como punto de partida que el canal online ya estaba desarrollado en el norte de Europa. La plataforma debió adaptarse a las monedas y sistemas de pago de cada país, con cuatro idiomas diferentes inicialmente.

En aquella web primigenia, Mango distribuía únicamente su línea de accesorios y las prendas más básicas, aunque más tarde incorporó toda su oferta. Las cadenas y conceptos que vinieron después (Mango, Kids, la desaparecida Violeta, Teen o Home) se sumaron al comercio electrónico desde su lanzamiento a partir de 2008.

A finales de los noventa, la directiva convenció a Isak Andic para poner en marcha una tienda online

De un primer ejercicio de actividad en el que la web de Mango facturó como una tienda pequeña de la empresa, el negocio online fue creciendo y los objetivos se aumentaban año tras año. Mango se convirtió en la primera empresa española de moda en lanzarse a la venta online y actualmente es una de las compañías del sector con un mayor peso del canal digital en su negocio.

Hoy en día, el departamento online es, junto con el de tecnología, una de las áreas más relevantes del grupo. Desde el principio, el negocio online cuenta con un departamento propio en Mango, al que se suman responsables específicos para esta área en otras divisiones como logística o atención al cliente. 

La importancia del online en Mango es tal que a cierre de 2024 copó el 33% del negocio total, con una facturación de más de 1.100 millones de euros. Inditex, por ejemplo, finalizó 2024 con un 26% de sus ventas totales procedente del canal online, con 10.163 millones de euros.

Tras sumar el área de cliente, Carasso incorporó también a sus atribuciones la aceleradora Mango StartUp Studio

Casada y con dos hijos, aquella apuesta inicial por un canal que en los noventa no era más que una promesa le valió a Elena Carasso la confianza máxima del fundador de Mango, que revalidó con la llegada de Toni Ruiz a la empresa, primero como director financiero, después como director general, consejero delegado y, finalmente como presidente.

Ya bajo la dirección de Ruiz, Carasso amplió sus funciones y pasó de ser únicamente directora de ecommerce a incorporar también la dirección de cliente. En 2022, cuando Mango decidió apostar por la inversión en start ups con la creación de la aceleradora Mango StartUp Studio, el área se colocó también bajo Carasso.

Después de más de tres décadas en Mango, de haber lanzado cientos de proyectos y superado varias crisis para llegar al momento dulce económico en que se encuentra actualmente el grupo, a Elena Carasso le quedaban ya pocos hitos por conseguir. La ejecutiva, que ha rechazado todas las ofertas laborales con que la han tentado a lo largo de su carrera, toma ahora un nuevo rumbo en que se convertirá en asesora independiente de empresas de diferentes sectores.