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El Mapa de la Moda 2016 (I): Los gigantes de la gran distribución mundial

Pilar Riaño/ Iria P. Gestal

2 may 2016 - 00:00

Modaes se adentra en la serie El Mapa de la Moda. A lo largo de once semanas, El Mapa de la Moda realizará un recorrido por los principales operadores del mundo del negocio de la moda.


El Mapa de la Moda es un documento que Modaes elabora anualmente con el objetivo de convertirse en una guía para conocer cuáles son y cómo trabajan los principales actores del negocio. Segmentado por sectores, El Mapa de la Moda es un documento de consulta para los empresarios, directivos y profesionales del negocio de la moda y de sus sectores auxiliares.


Patrocinado por Moddo, plataforma omnicanal para el mundo de la moda, el calzado y el deporte, en este primer capítulo El Mapa de la Moda se adentra en las principales empresas del negocio de la gran distribución de moda en el mundo. Cada martes, Modaes.es abordará un nuevo segmento: lujo, grandes almacenes, moda urbana, moda deportiva, calzado, moda infantil, industria auxiliar y cosmética y perfumería y ecommerce. 

 

 

El Mapa de la Moda 2016 (I): Los gigantes de la gran distribución mundial

 

 

Pocas novedades en el ránking de los mayores grupos de distribución de moda del mundo. La española Inditex, la sueca H&M y la estadounidense Gap se reparten las tres primeras posiciones desde hace años. Un cuarto operador les sigue de cerca, la compañía japonesa Fast Retailing, que amenaza con arrebatar a Gap el bronce del sector.

 

Una cartera de más de treinta marcas mantienen a VF en la quinta posición, mientras las alas de los ángeles de Victoria’s Secret encadenan a la estadounidense Limited Brands a la sexta. Gracias a los datos aportados por Deloitte en su informe Global Powers of Retailing, C&A sube una posición en la clasificación. C&A, que lleva desde 2011 sin hacer públicos sus resultados, ha adelantado a PVH, centrada en el desarrollo de Calvin Klein en todo el mundo.

 

La tabla final del ránking está controlada por compañías británicas. Primark es la novena mayor compañía del mundo de gran distribución de moda, seguida por la británica Next. La estadounidense Forever 21 y la británica Arcadia cierran la clasificación.

 

 

Los gigantes de la gran distribución mundial

 

 

El primer puesto de la lista lo ostenta desde hace años Inditex, la única compañía española que logra pasar el corte del top ten. Más allá de su cifra de negocio, que ha colocado a su fundador, Amancio Ortega, también entre los hombres más ricos del mundo, Inditex cuenta con capítulo propio en la industria de la moda por haber cambiado las reglas del juego del sector e instaurado un nuevo sistema que ha terminado por impactar incluso en los ritmos del lujo.

 

Nacido en Busdongo, León (España), en 1936, Ortega se trasladó de joven a A Coruña (Galicia, España), donde entró en contacto con el sector textil. Su primer empleo en la industria fue en la camisería Gala, que seguía en activo hasta hace un par de años. En 1963, decidió establecerse por cuenta propia con Confecciones Goa, que comenzó su actividad confeccionando batas de mujer guateadas y que fue el germen de lo que hoy es Inditex.

 

En 1975, la compañía subió la persiana en la calle Juan Flórez de A Coruña de la primera tienda Zara, con la que comenzó a dar forma al modelo de integración vertical (con control sobre el diseño, la fabricación y la distribución) que proporciona la agilidad y la reducción de costes que hacen posible el fast fashion.

 

Pronto, la empresa entendió que construir una marca global pasaba por estar presente en las capitales de la moda. En 1988, Zara comenzó su desarrollo internacional con una tienda en Oporto y, poco después, se estableció en Nueva York y París.

 

Dos décadas después de su fundación y probado ya el éxito del modelo Zara, Inditex comenzó a introducirse en nuevos segmentos con las cadenas Massimo Dutti, Pull&Bear, Bershka, Stradivarius y, más tarde, Oysho, Zara Home y Uterqüe.

 

Pero el último impulso a su crecimiento estaba todavía por llegar. Con el cambio de milenio, la compañía, que desde 2005 está capitaneada por Pablo Isla, dio el salto a bolsa y el año pasado se convirtió en el tercer grupo español de la historia en superar los 100.000 millones de euros de capitalización.

 

En los últimos años, Inditex ha centrado su desarrollo en el canal online y en la apertura de flagship stores en las calles comerciales más importantes del mundo. En la actualidad, la empresa suma 7.013 tiendas en 88 países y opera online en 29 mercados. En 2015, Inditex elevó su cifra de negocio un 15,4% hasta 20.900 millones de euros (23.917 millones de dólares) y engrosó su beneficio un 15%, hasta 2.875 millones de euros (3.290 millones de dólares). El grupo, que genera 152.854 empleos directos en todo el mundo, cuenta con una red de más de 1.600 proveedores en su cadena de producción, con China, España, Turquía, Portugal y Marruecos como principales clústers. 

 

 

 

Los gigantes de la gran distribución mundial

 

 

Moda femenina y equipamiento de caza y pesca. Ese el origen de H&M, hoy el segundo mayor grupo de distribución de moda del mundo. En 1947, Erling Persson puso en marcha en Suecia la tienda Hennes (ellas, en sueco), inspirada en los establecimientos estadounidenses que movía grandes volúmenes de mercancía. Pronto, Persson entendió que su país natal, con una población de apenas siete millones de personas, no era suficiente para alcanzar un tamaño relevante y, poco menos de veinte años después de iniciar su andadura, Hennes subió la persiana de su primera tienda internacional en Noruega.

 

 En 1968, Persson adquirió Maruitz Widforss, una tienda de artículos para caza. De la operación, Persson conservó tan sólo el establecimiento y un stock de prendas de moda masculina e infantil con la que Hennes completó su oferta, y la compañía cambió su nombre al de Hennes&Mauritz.

 

Gracias a la externalización de la producción a países con menores costes y a un engranaje logístico perfectamente engrasadado, H&M ha podido mantener la voluntad de manejar grandes volúmenes con la que nació gracias a una oferta de prendas de tendencia a precios accesibles.

 

Pronto, ese modelo comenzó a hacerse un hueco también fuera de Escandinavia, con tienda en Reino Unido, Holanda y Alemania, que hoy es el principal mercado de la compañía. En 2004, H&M revolucionó el sector al unir su nombre al de Karl Lagerfeld, director creativo de Chanel y Fendi.

 

El lujo y la gran distribución se daban la mano por primera vez, y la asociación fue tan lucrativa para ambos que continuó repitiéndose año tras año y continúa vigente hoy. Tras Lagerfeld, vinieron otros nombres como Isabel Marant, Maison Martin Margiela, Balmain o Lanvin.

 

H&M, que cotiza en bolsa desde 1974, opera con los conceptos H&M, Cos, Monki, Weekday, Cheap Monday y &Other Stories y cuenta con más de 4.000 establecimientos en 58 países. La empresa ha complementado su expansión en retail con el desarrollo de la venta a distancia, primero con la distribución por catálogo y, más tarde, con el canal online.

 

En 2015, la empresa, hoy capitaneada por Karl-Johan Persson, nieto del fundador, alcanzó una cifra de negocio de 180.861 millones de coronas suecas (22.496 millones de dólares), un 19,44% más que en 2015. En los últimos años, el grupo sueco ha convertido la sostenibilidad en su punta de lanza, con iniciativas como la Conscious Collection.

 

Desde 1997, el gigante sueco cuenta también con un código de conducta que rige la relación con los 820 proveedores con los que cuenta en todo el mundo. De ellos, el 25% se encuentra en la región de Europa, Oriente Medio y África, el 30,7% en el sur de Asia y el 44% restante en China. Recientemente, la compañía también ha comenzado a trabajar con proveedores africanos, aunque todavía no tienen un peso significativo en su producción.

 


 

Los gigantes de la gran distribución mundial

 

Aunque sus cuentas de resultados han sufrido altibajos en los últimos años, Gap mantiene el bronce como la tercera mayor compañía de moda del mundo. Su germen está en una simple pregunta: ¿qué pasaría si alguien pusiera en una misma tienda todos los estilos, colores y tallas de Levi’s?

 

Eso fue lo que pensaron a finales de la década de los sesenta Doris y Donald Fisher, entonces propietarios del hotel Capitol Park, en Sacramento, donde estaba instalado también un showroom de la emblemática firma de vaqueros. Fisher, aficionado a los pantalones de denim, decidió comprar unos vaqueros a su inquilino, pero no pudo encontrar su talla.

 

Después de acudir, también sin suerte, a grandes almacenes como Macy’s o The Emporium, surgió la idea de poner en marcha una tienda que concentrara toda la oferta de Levi’s en un  único establecimiento. En 1969, Doris y Donald subieron la persiana de The Gap, un templo para la juventud de la época donde, además de los Levi’s, podían encontrar discos y casetes de música.

 

El negocio fue expandiéndose y, en 1972, The Gap lanzó al mercado su marca propia y abandonó la distribución de Levi’s, convirtiéndose así en la primera empresa en transformar el nombre de un establecimiento en una marca. En la década de los ochenta, la compañía impulsó su expansión con la compra de Banana Republic, el lanzamiento de su línea de moda infantil y la apertura en Londres de su primera tienda fuera de Estados Unidos.

 

Sin embargo, Gap (que perdió el artículo en los noventa) continuó concentrando el grueso de su negocio en Estados Unidos, que hoy copa el 20,9% de sus ventas en todo el mundo. En 2015, el grupo registró una facturación de 15.797 millones de dólares, un 3,8% menos que el año anterior.

 

La empresa atravesó por dificultades en todos sus mercados salvo en Asia, donde logró impulsar sus ventas tímidamente, con un alza del 0,8%. Por cadenas, tanto Banana Republic como Gap se mantuvieron a la baja, mientras que Old Navy estancó sus ventas.

 

Igual que los otros dos grupos del podio, Gap hace un uso extensivo de la subcontratación productiva en países de costes laborales bajos. Según los últimos datos disponibles, los proveedores del grupo estadounidense suman 728 factorías repartidas sobre todo en Asia, China, Sudeste Asiático, norte de Asia y, en menor medida, América Central y Caribe.

 

 


Los gigantes de la gran distribución mundial

 

Fast Retailing ha pasado de ser un grupo prácticamente desconocido a colarse en las conversaciones de todos los retailers y a posicionarse en la lista de deseos de los consumidores. Con Uniqlo por bandera, el grupo japonés Fast Retailing se ha marcado el objetivo de convertirse en el mayor grupo de distribución de moda del mundo en 2020, apoyándose tanto en el desarrollo orgánico como en las adquisiciones. De hecho, año tras año su tamaño se acerca más al de Gap.

 

En 1972, un año después de graduarse en Ciencias Políticas y Economía en la Waseda University de Tokio, Tadashi Yanai, fundador de la empresa, se unió al negocio familiar. Los orígenes de Fast Retailing hay que buscarlos en 1949, cuando se puso en marcha la tienda de moda masculina Ogori Shoji en la ciudad de Ube. La empresa, dedicada a la importación de firmas internacionales como Givenchy o Levi Strauss, vio llegar con Tadashi Yanai nuevas técnicas de gestión y nuevos proyectos de desarrollo.

 

En 1984, Yanai se convirtió en consejero delegado de la compañía, el mismo año en que vio la luz la primera tienda de Uniqlo, denominada entonces Unique Clothing Warehourse. El establecimiento, ubicado en Hiroshima, cerraría sus puertas más tarde, en 1991, el mismo año en que Ogori Shoji cambió su nombre a Fast Retailing para preparar su saltó al parqué.

 

Fast Retailing cerró el ejercicio 2015 (finalizado el pasado agosto) con un alza del 47,8% en su resultado neto y del 21,6% en sus ventas. El grupo japonés registró en 2015 una cifra de negocio de 1.681.781 millones de yenes (15.808 millones de dólares), mientras su resultado neto ascendió hasta 117.388 millones de yenes (1.103 millones de euros). La compañía se ha marcado el objetivo de alcanzar unas ventas 30 billones de yenes en 2030, es decir, 248.000 millones de euros.

 

La empresa está especializada en gran distribución de moda y rivaliza directamente con Inditex y H&M, si bien el enfoque de su negocio es diferente. Si los dos grupos europeos ofrecen moda de tendencia, con Uniqlo la compañía japonesa distribuye prendas básicas de alta calidad. Un parque de proveedores estable y con una relación estrecha permite a Uniqlo llevar estas prendas al mercado con precios asequibles.

 

Fast Retailing organiza su negocio en tres grandes divisiones. Por un lado, Uniqlo Japón, que representa el grueso de la actividad de la compañía, y, por otro lado, Uniqlo Internacional, un negocio creciente en el que Fast Retailing está volcado. Por último, la división denominada Global Brands, donde se incluye la actividad de las marcas GU, Theory, Comptoir des Cotonniers, Princesse Tam.Tam y J Brand.

 

Uniqlo finalizó el ejercicio 2015 con una red de 1.639 establecimientos, 841 de ellos ubicados en Japón. Fuera de su mercado local, el mercado más importante para Uniqlo es China, con 387 tiendas, y junto con Estados Unidos, con más de cuarenta puntos de venta, es la prioridad de crecimiento de la empresa. GU, por su parte, es una marca de fast fashion dirigida al mercado chino que cuenta con 319 tiendas. En total, Fast Retailing finalizó 2015 con 2.978 establecimientos en el mundo.

 

Tadashi Yanai se mantiene al frente de la compañía desde su fundación. El empresario, posicionado como el hombre más rico de Japón, ha intentado comenzar el relevo generacional, proceso que ha frenado al no encontrar a un sucesor de su agrado. Los hijos de Yanai se mantienen al margen de la empresa.

 

 

 

Los gigantes de la gran distribución mundial

 

 

Si LVMH y Kering son los reyes del lujo, VF lo es de la moda urbana, con una cartera de más de treinta marcas con presencia y notoriedad en todo el mundo. La empresa se ha convertido en uno de los mayores grupos de distribución de moda del mundo, controlando el aprovisionamiento y gestionando la expansión de las marcas que, con lo años, ha ido comprando.

 

Los orígenes de VF hay que buscarlos en 1899, cuando John Barbey puso en marcha, junto a un grupo de inversores, una fábrica en Pennsylvania denominada Reading Glove and Mitten Manufacturing Company, fabricante de guantes y manoplas. La empresa cambió su nombre a Vanity Fair Mills cuando, en 1919, comenzó a fabricar moda íntima. Tras saltar a bolsa en 1951, la compañía comenzó las adquisiciones: en 1969 compró Lee y en 1986, Blue Bell (dueño de Wrangler y JanSport), con lo que duplicó su tamaño.

 

En 2007 la empresa vendió su negocio de moda íntima a Fruit of the Loom, pero volvió a las compras ese mismo año: en 2007 se hizo con Seven for all Mankind y en 2011 realizó su última gran adquisición hasta la fecha, con la toma de control por 2.200 millones de dólares de Timberland. Hoy en día, la cartera de marcas de VF incluye nombres como Timberland, Vans, Wrangler, Napapijri, Nautica, Reef, The North Face, Lee o Kipling.

 

VF, dirigida por Eric Wiseman (presidente y consejero delegado), finalizó el ejercicio 2015 con una cifra de negocio de 12.376 millones de dólares, con un leve crecimiento respecto al año anterior. El grupo registró un beneficio neto de 1.231 millones de dólares, un 17% más que un año antes.

 

The North Face, Vans, Timberland, Wrangler, Lee, Nautica, Majestic y Kipling son las mayores marcas de la empresa por volumen de negocio. En 2015, VF consiguió el 70% de América, mientras Europa aportó el 20% y Asia Pacífico el 10%.

 

La compañía combina la distribución a través del canal multimarca con las tiendas propias, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. Mientras en Estados Unidos opera con tiendas propias, en el extranjero se apoya en socios locales. La compañía cuenta con más de 2.600 tiendas propias y otras 3.000 de la mano de terceros.

 

En 2015, VF distribuyó más de 550 millones de unidades de ropa y calzado, fabricadas en un 23% en sus propias fábricas y en un 77% en factorías de terceros. El grupo cuenta con fábricas propias en Estados Unidos, México, Centro y Sudamérica, el Caribe y Europa, que reciben la materia prima comprada en Estados Unidos, principalmente.

 

En total, la empresa controla 28 factorías, la mayor parte de ellas en México, pero también en Argentina, República Dominicana, Honduras, Nicaragua, Turquía y Estados Unidos. La empresa trabaja con 1.900 proveedores subcontratados en sesenta países.


 

 

Los gigantes de la gran distribución mundial

 

 

Las alas de los ángeles más exóticos y deseados del mundo son la base de este negocio. L Brands ha construido un imperio de la gran distribución de moda alrededor de una marca, Victoria’s Secret, y de un negocio de nicho, la moda íntima.

 

Como sucede en un gran número de compañías, en el origen de L Brands se encuentra un matrimonio. En 1951, Bella Cabakoff, una emigrante rusa instalada en Estados Unidos desde pequeña, puso en marcha junto a su marido, Harry Wexner, una tienda de moda femenina con el nombre de su hijo, Leslie’s. El negocio fue el campo de entrenamiento de Leslie Wexner, que en 1963 tomó dinero familiar y del banco para abrir en Ohio su primera tienda: The Limited. El éxito del negocio fue tal que sus padres terminaron cerrando su tienda para unirse a su hijo.

 

En la década de los setenta, The Limited abrió su tienda número cien, al tiempo que la empresa engordó su negocio con la compra de Mast Industries, un distribuidor e importador de ropa de Boston. En los ochenta, la empresa siguió creciendo con adquisiciones, la mayor de las cuales tuvo lugar en 1982, el mismo año en que la compañía debutó en el parqué de Nueva York. The Limited se hizo con Victoria’s Secret, un negocio de moda íntima formado por seis tiendas y un catálogo, por el que pagó un millón de dólares.

 

En 1982, se compraron también 207 tiendas de Lane Bryant; en 1985, la empresa se hizo con Henri Bendel por diez millones de dólares y con 798 tiendas de Lerner por 297 millones. En 1988, la empresa tomó el control de Abercrombie&Fitch por 46 millones de dólares cuando la empresa tenía 25 tiendas, pero más tarde la sacó a bolsa y se desvinculó de ella.

 

La transformación del negocio llegó en los noventa, cuando la empresa reorganizó su actividad y llevó al parqué a Victoria’s Secret y Bath&Works, agrupadas bajo Intimate Brands. The Limited se mantuvo al margen hasta que, entre 2007 y 2010, la empresa vendió el negocio para centrarse en su nueva actividad con más compras y desarrollo geográfico.

 

El grupo estadounidense disparó su beneficio en 2015 un 20,25%, hasta 1.253 millones de dólares. Las ventas del grupo se elevaron un 5% durante el ejercicio 2015, hasta 12.154 millones de dólares, impulsadas por una fuerte expansión en retail, con 72 aperturas durante el año, hasta sumar 3.005 establecimientos.

 

Hoy en día, L Brands opera en el mercado con las marcas Victoria’s Secret, Pink, Bath&Body Works, La Senza y Henri Bendel. La compañía cuenta con más de 3.000 tiendas propias en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, además de setecientas franquicias en el resto del mundo.


 

 

Los gigantes de la gran distribución mundial

 

 

La familia Brenninkmeijer se mantiene, seis generaciones después de su fundación, al frente de C&A. El grupo cuenta actualmente con una destacada presencia en Europa, ofreciendo moda a toda la familia, pero también está presente en México, Brasil y China, tres mercados que se gestionan de forma independiente y cuyo negocio no se consolida en el europeo.

 

La historia de C&A comenzó en 1841, cuando los hermanos Clemens y August Brenninkmeijer pusieron en marcha un negocio textil tomando las iniciales de sus nombres para el rótulo. En plena revolución industrial, los hermanos tomaron un crédito de su padre y fundaron su propia fábrica de tejidos de lino y algodón en el municipio de Sneek. En 1860, los hermanos Brenninkmeijer decidieron acercarse a sus clientes y abrieron su primera tienda en la ciudad.

 

El paso de los años, el desarrollo de la industria textil y la incorporación de la segunda generación familiar llevaron a C&A a modificar su modelo de negocio y a centrarse en el prêt-à-porter, iniciando en 1906 el desarrollo de una nutrida red de tiendas tanto en Alemania como más allá de su mercado local.

 

C&A no hace públicos sus resultados desde el ejercicio 2011. Según los datos aportados por la empresa, el negocio de C&A en Europa alcanzó en 2011 una cifra de negocio de 6.800 millones de euros (7.781 millones dólares), pero podría haber crecido hasta más de 8.000 millones de euros (9.185 millones de dólares) en la actualidad, según datos de Deloitte.

 

El grupo compite actualmente con los mayores retailers del mundo, posicionada en las principales calles de Europa junto a las cadenas de Inditex y de H&MC&A ha desarrollado una amplia oferta con la que se dirige a toda la familia, segmentando sus productos en diferentes marcas pero distribuidas bajo un mismo rótulo de retail. Baby ClubPalominoClockhouseRodeoCandaYessica y Westbury son algunas de las marcas de la compañía.

 

C&A cuenta actualmente con una red de más de 1.500 tiendas en Europa. En paralelo, el grupo opera desde 1976 en Brasil, desde 1999 en México y desde 2007 en China. El mercado brasileño es, por detrás del europeo, el más importante para la compañía, con cerca de 189 tiendas en 125 ciudades y una plantilla de 22.000 empleados.

 

El grupo de distribución de moda está controlado al cien por cien por Cofra Holding, el vehículo de inversión de la familia BrenninkmeijerCofra, constituido en 2001 y basado en Suiza, tiene como eje central el negocio de C&A, pero ha extendido su actividad a áreas como el inmobiliario (a través de Redevco) y otros sectores, en este caso a través del fondo Bregal Investments.

 

 

 

Los gigantes de la gran distribución mundial 

 

 

De confeccionar camisas a mano a convertirse en un grupo que tiene como objetivo plantar cara a Inditex. Con base en Nueva York, PVH es uno de los mayores grupos de gran distribución de moda del mundo, pero cuenta con una gran diferencia respecto a los tres grandes: sus marcas. PVH ha construido, mediante adquisiciones, una cartera de firmas en la que destacan dos de las marcas de moda más renombradas internacionalmente, Calvin Klein y Tommy Hilfiger.

 

Moses y Endel Phillips poco podían imaginar que el pequeño negocio familiar de confección de camisas para el sector de la minería que crearon en 1881 se convertiría en un gigante de la moda. En paralelo, el inmigrante Dramin Jones creaba también en Estados Unidos la empresa D. Jones & Sons, que llegaría a convertirse en el mayor fabricante de camisas del país. En 1903, las dos empresas, que habían evolucionado hasta contar con tiendas en Nueva York, se fusionaron tras la muerte de Dramin Jones. Años más tarde, los descendientes del matrimonio Phillips conocerían a John Van Heusen, una unión que dio lugar a las populares camisas Van Heusen y la nacimiento, en 1950, de Phillips-Van Heusen (PVH).

 

Con una estrecha relación con el negocio de la moda masculina y, especialmente, con la camisería, PVH ha crecido desde sus orígenes a través de adquisiciones. Cotizada desde 1920, tras la fusión inicial la empresa realizó su primera compra en 1987: GH Bass, especializada en calzado. En 1995, la compañía compró Izod; en 2000, los derechos mundiales de Van Heusen; en 2003, Calvin Klein; en 2004, Arrow; en 2007, Superba; en 2010, Tommy Hilfiger, y en 2013, Warnaco, con la que completó su control en Calvin Klein.

 

PVH finalizó el ejercicio 2015 con una cifra de negocio de 8.020 millones de dólares, lo que supuso un descenso del 2,6% respecto al año anterior. El grupo ganó 572 millones de dólares, un 30,4% más que un año antes. La empresa obtiene un 44% de sus ventas en retail del negocio de Calvin Klein, mientras un 36% procede de Tommy Hilfiger, por lo que las dos marcas se posicionan como el corazón del grupo, con más de 4.400 tiendas (incluyendo propias, franquicias y corners) de forma conjunta y un importante negocio en el canal multimarca. El negocio de la empresa se completa con sus otras marcas y con la fabricación para terceros.

 

La empresa se aprovisiona en 65 países del mundo (con Asia a la cabeza) en fábricas de terceros que generan 700.00 puestos de trabajo. Brasil, con 391 factorías, China, con 752 plantas, e India, con 167 fábricas, son los mayores polos de aprovisionamiento del grupo.

 


 

Los gigantes de la gran distribución mundial

 

 

El mayor fenómeno de la última década de la moda internacional viene de Irlanda. Con precios extremadamente bajos y una amplitud de oferta inacabable, Primark, propiedad del grupo británico AB Foods, se ha convertido en el objetivo a batir por los grandes grupos de distribución de moda. Su tamaño todavía dista del de gigantes como Inditex y H&M, pero ya ha conseguido superar al dueño de Zara en su mercado local, convirtiéndose en la primera cadena por número de compradores de España.

 

En 1969 abrió sus puertas la primera tienda de Primark, aunque en aquel momento se denominó Penneys. Lo hizo en Mary Street de Dublín y no hubo grandes artificios cuando la persiana subió. Nueve años antes, el magnate Willard Garfield Weston, que fundó Associated British Foods (creada en 1935 como un grupo de pastelería y que a finales de los cincuenta era ya el mayor fabricante de pastelería del mundo y el principal distribuidor de alimentación de Reino Unido), había conocido en Dublín a Arthur Ryan, hijo de un trabajador del sector asegurador que emigró a Londres para trabajar en moda, pero que terminó regresando a Irlanda tras aceptar una oferta de empleo en Dunnes Stores.

 

Weston, que buscaba un modo de diversificar su negocio, y Ryan llegaron a un acuerdo: sin contrato (nunca lo tuvo), Ryan se encargaría de lanzar una cadena de tiendas de ropa, con un salario de 42 libras a la semana, la cantidad que el ejecutivo consideró suficiente para mantener a su familia. La inversión inicial fue de 50.000 libras, una cantidad que se ha multiplicado hasta dar lugar al gigante Primark, todavía denominado Penneys en Irlanda.

 

Primark finalizó el ejercicio 2015 (cerrado en septiembre de 2015) con un aumento del 8% en sus ventas, hasta 5.347 millones de libras (7.810 millones de dólares), apalancando su crecimiento en el desarrollo internacional, con Alemania, Holanda y Estados Unidos como principales motores. La empresa registró un resultado operativo de 673 millones de libras (983 millones de dólares), lo que representó un alza del 2% respecto a los 662 millones de libras (967 millones de dólares) del ejercicio anterior.  

La compañía terminó el ejercicio con una red de 293 establecimientos (frente a los 278 de un año atrás) ubicados en Reino Unido, Irlanda, España, Portugal, Alemania, Holanda, Bélgica, Austria, Francia y Estados Unidos. Centrada hasta ahora en Europa, la empresa ha puesto en marcha un ambicioso plan de crecimiento en Estados Unidos.

 

Todas las tiendas de Primark son propias y de gran formato, en las que puede mover el gran volumen de prendas con escaso margen que permiten sustentar su modelo de negocio. La empresa, que se aprovisiona principalmente en Asia, especialmente en Bangladesh (aunque no desvela datos exactos), ofrece productos para toda la familia, llegando incluso a los artículos para el hogar.

 

En septiembre de 2009, Arthur Ryan abandonó la compañía. Tras más de cuarenta años al frente de la empresa irlandesa, el ejecutivo tenía entonces 74 años de edad y decidió dar un paso atrás para ceder el timón a Paul Marchant, hasta entonces director de operaciones y que se había unido a Primark sólo unos meses antes procedente de New Look.


 

 

Los gigantes de la gran distribución mundial

 

 

Un negocio centenario que nació especializado en sastrería se ha convertido hoy en el mayor distribuidor de moda de Reino Unido, adelantando incluso a Marks&Spencer, ofreciendo al cliente desde ropa hasta mobiliario para el hogar. Con el retail como eje de su negocio, pero con actividad en venta por catálogo y por Internet, Next centra sus operaciones en Reino Unido, pero extiende su actividad en el extranjero a través de socios.

 

Los orígenes de Next hay que buscarlos en 1864, cuando Joseph Hepworth puso en marcha en Reino Unido un negocio de sastrería que en veinte años consolidó una red de un centenar de tiendas. A lo largo de su historia la empresa ha crecido mediante adquisiciones, una de las primeras de las cuales fue la de Kendall and Sons, cadena con la cual en 1981 entró en moda femenina. El nacimiento de Next tuvo lugar en 1982 tras la incorporación a la compañía de George Davies, que fichó por Hepworth con el mandato de crear una nueva cadena de moda.

 

Davies, considerado actualmente uno de los gurús del retail en Europa, transformó completamente la compañía, convirtiéndola en la nueva Next, que siguió creciendo con adquisiciones. En 1987 se hizo con Combined English Stores, con la que Next entró en moda infantil, y con Grattan, especializada en venta por catálogo. El crecimiento acelerado llevó a Next a una situación compleja financieramente, que terminó con la salida de Davies de la empresa en 1988.

 

Next finalizó el ejercicio 2015 (cerrado en enero de 2016) con una cifra de negocio de 4.149 millones de libras (6.060 millones de dólares), con un alza del 3% respecto al año anterior. El grupo registró un resultado operativo de 851,8 millones de libras (1.244 millones de dólares).

 

La empresa divide su negocio en cinco divisiones: Next retail; Next directory, un negocio de venta online y por catálogo con actividad en setenta países; Next International Retail; Next Sourcing, y Lipsy (empresa adquirida en 2008), que diseña y vende online moda joven. La red de distribución de Next se concentra en su mercado local, con más de 540 tiendas en Reino Unido e Italia. En el extranjero, la compañía opera de la mano de franquiciados y suma más de 180 establecimientos en 35 países.

 

La empresa combina en su aprovisionamiento la proximidad y la lejanía, con Asia como principal proveedor. La red de proveedores de Next emplea a 3.700 personas en doce países, entre los que se incluyen 2.700 empleados de fábricas controladas por la propia empresa. Next Sourcing controla el 40% de los productos de Next.

 


 

Los gigantes de la gran distribución mundial

 

 

Con precios asequibles y moda de rabiosa tendencia, Forever21 se ha posicionado como una de las mayores compañías de gran distribución de moda del mundo y uno de los mayores retailers de un mercado tan competitivo como Estados Unidos. La cadena comenzó especializada en moda femenina, pero ha ampliado su negocio hacia el hombre y ha diversificado con la entrada en segmentos como la cosmética, los complementos o la ropa interior.

 

La historia de Forever21 y la de sus fundadores es la mejor representación del sueño americano. Do Won Chang y su esposa, Jin Sook, se instalaron en Estados Unidos a principios de los ochenta procedentes de Corea del Sur. En 1984, Chang decidió poner en marcha una cadena de ropa importando la moda rápida y asequible de su país de origen. La cadena, cuya primera tienda se abrió en Los Ángeles, inicialmente recibió el nombre de Fashion21, para después rebautizarse como Forever21.

 

Forever21 finalizó el ejercicio 2014 con una cifra de negocio de 4.500 millones de dólares, según datos de Deloitte. El rápido crecimiento experimentado por la empresa durante los últimos años hace que sus objetivos sean ambiciosos: la compañía se ha marcado el reto de alcanzar una facturación de 8.000 millones de dólares en 2017 y poner en marcha 600 tiendas en tres años.

 

Estados Unidos continúa siendo el mayor mercado de la cadena, si bien ha extendido su presencia a Europa y Asia. Forever21, que se aprovisiona principalmente en China, cuenta actualmente con más de 730 tiendas en cerca de cincuenta países, entre los que figuran Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, Hong Kong, India, Israel, Japón, Corea del Sur, Latinoamérica, México, Filipinas y Reino Unido.

 

La empresa está dirigida por su fundador, que ha sido incluido, junto a su esposa (que se encarga de la dirección de merchandising), entre las mayores fortunas de Estados Unidos. Las dos hijas del matrimonio se unieron al negocio en 2009: Linda lidera el departamento de márketing y Esther se hace cargo del visual.

 

 

 

El Mapa de la Moda 2016 (I): Los gigantes de la gran distribución mundial

 

 

De Dinamarca, a medio mundo. Bestseller es uno de los grupos de distribución de moda con una cartera de marcas más amplia. Si VF ha creado un pool de marcas mediante las compras, Bestseller las ha lanzado por sí mismo. Pese a que cuenta con una importante red de tiendas propias, la compañía destaca especialmente por su dilatada presencia en el canal multimarca.

 

Bestseller inició su desarrollo en 1975 de la mano de Troels Holch Povlsen en Dinamarca. Originalmente, el negocio estaba especializado en moda femenina, pero en 1986 dio el salto a la moda infantil y en 1988 a la moda masculina. De la mano de la segunda generación familiar, Bestseller dio un salto adelante. Cuando tenía 28 años, Anders Holch Povlsen heredó la compañía e impulsó su desarrollo.

 

El grupo finalizó el ejercicio 2015 (cerrado el 31 de julio de 2015) con una cifra de negocio de 2.930 millones de euros, lo que supuso un incremento del 8% respecto al ejercicio anterior. La empresa registró un resultado antes de impuestos de 134 millones de euros, en comparación con los 228,2 millones de euros de un año antes.

 

La compañía cuenta con una amplia cartera de marcas con la que ataca a todos los sectores, entrando incluso en nichos como la moda infantil, el deporte o la ropa para embarazadas. La empresa no sólo se caracteriza por su variedad de oferta, sino por los múltiples canales de distribución que utiliza.

 

A cierre del último ejercicio, Bestseller sumaba una red de más de 3.000 tiendas propias, 300 de ellas ubicadas en Dinamarca. En paralelo, la compañía cuenta con una amplia presencia en el canal multimarca y distribuye en más de 15.000 puntos de venta de 70 países de Europa, Oriente Medio, Estados Unidos y Latinoamérica.

 

Pero el negocio de Bestseller va más allá. La compañía opera de forma independiente en China, donde suma más de 3.800 tiendas en alrededor de 300 ciudades del país. Only fue la primera marca que se lanzó en el gigante asiático y hoy en día también distribuye Jack&Jones, Vero Moda y Selected. Bestseller Fashion Group China es una compañía independiente que, fundada en 1996, está participada al 50% por la familia Holch Povlsen y al 50% por Fan Friis y Allan Warburg.

 

 


Los gigantes de la gran distribución mundial

 

 

Arcadia Group es actualmente uno de los mayores grupos británicos de distribución de moda, si bien ha extendido su presencia a otros mercados. La compañía está especializada en moda joven y se dirige al mercado a través de varias cadenas, la principal de las cuales es Topshop.

 

Los orígenes de Arcadia se remontan a 1900, cuando un emigrante lituano llamado Montague Burton puso en marcha un negocio de moda masculina en Reino Unido bajo el nombre de Burton, que distribuía tanto trajes a medida como prêt-à-porter. A finales de la Segunda Guerra Mundial, Burton vestía a una quinta parte de los hombres británicos y en 1946 se adentró en moda femenina con la compra de la cadena Peter Robinson. En 1962, cuando Montague falleció, la compañía contaba con 616 tiendas.

 

A mediados de los sesenta, la empresa lanzó al mercado Topshop y, más tarde, creó Topman y compró Evans, para en 1979 hacerse con el control de Dorothy Perkins. A finales de los noventa, el grupo transformó su modelo de negocio para centrarse en el retail, dando lugar al actual Arcadia Group, que en 1999 se hizo con Wallis, Miss Selfridge y Outfit.

 

En 2002, Arcadia fue adquirido por Taveta Investments, controlada por el magnate Sir Philip Green y su esposa, Tina Green. La empresa, que tras la adquisición abandonó la cotización, comenzó entonces una nueva reorganización de su cartera de marcas, prescindiendo de algunas y adquiriendo otras.

 

Arcadia finalizó el ejercicio 2015 (cerrado en agosto del mismo año), con una cifra de negocio de 2.069 millones de libras (3.022 millones de dólares), con un leve crecimiento respecto al ejercicio anterior. El resultado operativo de la empresa se situó en 251 millones de libras (366 millones de dólares). Arcadia está controlada por la familia Green, si bien a finales de 2012 el fondo Leonard Green & Partners tomó el 25% de las joyas del grupo, Topshop y Topman, por 350 millones de libras (511 millones de euros). Esta operación valoró a las dos cadenas, que fueron introducidas en una nueva sociedad en el seno de Arcadia, en 2.000 millones de libras (2.921 millones de euros).

 

Topshop, Topman, Burton, Dorothy Perkins, Evans, Outfit y Wallis componen actualmente la cartera de Arcadia. La compañía cuenta hoy con una red de más 550 establecimientos en más de 35 países, en la mayoría de los cuales opera a través de franquicias. El grupo está centrado actualmente en su desarrollo en Estados Unidos y ha abandonado recientemente mercados como el japonés.