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Edwin Abán (ITESM): “China compite directamente con México, pero nosotros estamos más cerca de EEUU”

El economista mexicano se adentra en la actualidad de la economía del país, que se ve afectada por las próximas elecciones de Estados Unidos y el aumento de la deuda externa. 

M. Bertero

18 oct 2016 - 00:00

Edwin Abán (ITM): “China compite directamente con México, pero nosotros somos los que estamos más cerca de EEUU”

 

 

Edwin Abán es el director del departamento de Economía del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). El economista analiza la actualidad y los desafíos que enfrenta una de las economías más estables de Latinoamérica. Las debilidades de los países vecinos y las próximas elecciones en Estados Unidos repercuten directamente en la economía mexicana, que en los últimos quince años aumentó su Producto Bruto Interno (PIB) en un 38%.

 

Pregunta: ¿Cómo definiría la situación actual de la economía de México?

Respuesta: Actualmente estamos afrontando un proceso de inestabilidad causado por tres factores: uno, las futuras elecciones de Estados Unidos, cuya situación política impacta directamente en el tipo de cambio; el segundo es el aumento de la deuda que presiona a la economía del país, y el tercero son los problemas con el sector del petróleo, que ha bajado sus precios así como también la productividad del sector.

 

P.: México tiene un vecino muy poderoso y que influencia a todo el mundo. ¿Qué importancia tienen las próximas elecciones presidenciales en EEUU para la economía mexicana?

R.: Si gana Hilary Clinton se mantendrá el tipo de cambio y esperaremos que la economía mexicana retome su ritmo. Estar tan cerca de Estados Unidos nos potencia; la economía estadounidense nos ha permitido equilibrar la crisis del 94, por ejemplo, en que salimos de ella gracias a las exportaciones con dicho país, gracias al tratado del libre comercio, que es muy importante para nuestra economía. Como Estados Unidos es un país que siempre tiende a estar bien, México puede sostener su economía; ellos aprovechan la mano de obra barata de nuestro país y nosotros nos vemos beneficiados.  Sin embargo, al ser dependientes de lo que pasa en el país del norte, cuando se contrae Estados Unidos, México también lo hace.

 

P.: ¿Cuáles son las perspectivas para los próximos meses?

R.: La economía mexicana ha sabido solventar las dificultades que sufrió año tras a año, a diferencia de otros países de la región. Si bien estamos en una etapa de incertidumbre, el comercio interno no ha disminuido y eso va ser lo que sostenga a la economía del país, que se seguirá sosteniendo con una tasa de inflación del 4,8%, que todavía se puede soportar.

 

P.: México estuvo identificado en el grupo de los MAVIS. ¿Continúa siendo una economía de gran proyección? ¿Es un mercado interesante para invertir?

R.: Sin duda. A finales de septiembre, el Gobierno aumentó la tasa de interés de un 4,25% a un 4,75%, lo que lo hace al mercado mexicano más atractivo para los extranjeros. Si bien necesitamos nuevas medidas, sobre todo la reforma energética, que hará que fluyan más capitales y también favorecerá el mercado interno.

 

P.: ¿Qué debilidades estructurales enfrenta todavía la economía mexicana? ¿Estos problemas están en vías de solución? ¿Cómo?

R.: Las reformas no han llegado aún al nivel esperado. Seguimos teniendo déficit, hemos recortado el presupuesto, por lo que la actividad económica bajará. Sin embargo, si se reactiva la economía en Estados Unidos tras las elecciones se va a matizar el problema del gasto público.

 

P.: ¿Y cuáles son sus fortalezas? ¿Qué potencialidades tiene México a 20 años vista?

R.: México es una economía atractiva por la industria petroquímica, la aeroespacial y la automotriz, en menor medida. El turismo es una de las bases fundamentales de nuestra economía, es un sector prometedor en el que se han hecho grandes inversiones. Hace un par de décadas si pensabas en México la gente imaginaba Acapulco, hoy es una de las últimas ciudades en la que un extranjero pensaría, teniendo antes Cancún, Puerto Vallarta o Playa del Carmen. La moda y el calzado son también otro sector importante, ya que mueven el 10% de la producción manufacturera del país. Otra gran fortaleza es que, después de la crisis del 94 supimos separar política fiscal de política monetaria. El Banco Central ha elevado la tasa de interés, lo que permite controlar la inflación. En 20 años ya deberíamos estar viendo mejoras estructurales (la reforma laboral, educativa, energética, etc). Va a haber un fortalecimiento del mercado interno que hará crecer los puestos de trabajo.

 

P.: ¿Es necesario un crecimiento de la clase media para el desarrollo de la economía del país?

R.: La clase media-baja es un área de oportunidades. Es un sector de mucha población y es necesaria una reforma educativa que fomente la formación y especialización. Si los mexicanos no pueden capacitarse en nuestro país, migrarán en busca de posibilidades en el extranjero en empresas a las que México no les es de gran atractivo. Hay que absorber la mano de obra para mejorar la productividad e impulsar la educación porque garantiza mayor cantidad de puestos de trabajo.

 

P.: México es un país con una gran fuerza industrial. ¿Le ha perjudicado el desarrollo de Asia como polo productivo?

R.: China compite directamente con nosotros, México también es un territorio extenso, con una tasa salarial baja. Pero a diferencia de los mercados asiáticos, nosotros somos los que estamos más cerca de Estados Unidos por lo que nuestra producción no sólo llega más rápido, sino que el país vecino se ahorra transporte.

 

P.: ¿Cómo definiría a la industria del país, en términos de valor añadido y capacitación tecnológica?

R.: Creo que todavía nos falta un largo camino por recorrer en cuanto a innovación. Absorbimos tecnología desarrollada en el extranjero para ponerla al servicio de nuestros procesos productivos. Las universidades tienen una tarea importante, son las que deben trabajar para fortalecer el desarrollo e innovación tecnológica.

 

P.: Para las empresas internacionales, México es uno de los mercados favoritos para su desarrollo en Latinoamérica. ¿Por qué?

R.: Por un lado, porque hay un número de trabajadores capacitados superior a otros países de la región, y por otro, por las condiciones laborales que ofrece México. Los mexicanos tenemos la costumbre de ponernos la camiseta de las empresas en las que trabajamos. Hay poca rotación de personal en las compañías porque los trabajadores son muy leales a sus puestos de trabajo, y eso le da confianza a las empresas extranjeras.

 

P.: ¿Debería el país mejorar sus políticas para favorecer la inversión extranjera? ¿Y para incrementar sus exportaciones?

R.: Los sindicatos México son muy fuertes y eso no da seguridad a los inversores extranjeros ya que no podrían controlar al 100% su negocio. La situación podría mejorar con reformas laborales para darle estabilidad a los empleados y a los extranjeros para que traigan su capital a México. Las empresas internacionales van a Estados Unidos porque saben que las reglas se van a cumplir. En cuanto a las exportaciones, si algo le faltó a nuestro país en los distintos gobiernos que hubo fue una ley de industrialización. Necesitamos un plan de desarrollo industrial a largo plazo, a treinta o cuarenta años y no que cambie según el Gobierno de turno.

 

P.: La confianza en los consumidores ha ido decayendo a lo largo del año, ¿cómo afecta al consumo?

R.: La confianza decayó, pero el consumo interno se ha ido sosteniendo en lo que va del año, aunque el tipo de cambio afecta directamente el consumo, sobre todo en el consumo de bienes importados, que fue el que descendió. En los últimos años, el Gobierno ha ido educando al consumidor para que podamos valorar más la industria nacional.

 

P.: ¿Cómo afecta la inestabilidad económica de otros países de Latinoamérica a esta confianza?

R.: Muchísimo. Cuando los países latinoamericanos empiezan a caer, los extranjeros dejan de creer en toda la región y México cae dentro de esa misma bolsa. Sin embargo, en los últimos años hubo una breve evolución y nos estamos quitando ese prejuicio, ya que muchos pueden ver que la economía mexicana es la más estable de Latinoamérica.

 

P.: El sector de la moda es muy sensible a los ciclos económicos. ¿Cree que, para una empresa internacional de gran consumo, México es hoy un mercado interesante en el que comenzar a vender?

R.: En la sociedad mexicana existe un gran número de ciudadanos con un poder de compra muy alto. En un principio, los mexicanos íbamos a Estados Unidos a hacer compras de moda por los tipos de cambio y la calidad de las prendas, ahora en cambio se considera que los productos son mejores que en México. Yo puedo vender una camiseta con un cocodrilo, pero si dice hecha en México no la van a querer comprar. Sin embargo, para las empresas de gran consumo es un polo atractivo, sino no habría tantos centros comerciales como los hay.