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Amadeo Jensana (Casa Asia): “China ha demostrado una cierta resistencia, pero no está exenta de problemas”

Jensana, es profesor asociado de la Universidad Ramon Llull y director de programas económicos de Casa Asia. El experto afirma que “existe un cierto distanciamiento entre China y el resto del mundo, que en algunos aspectos tirará hacia atrás de la globalización”.

C. Juárez

14 abr 2022 - 04:42

Amadeo Jensana (Casa Asia): “China ha demostrado una cierta resistencia, pero no está exenta de problemas”

 

 

Amadeo Jensana, profesor asociado de la Universidad Ramon Llull y director de programas económicos de Casa Asia, explica las fortalezas de China, que está en camino de convertirse en la primera potencia mundial. El experto opina que el gigante asiático, uno de los pocos países que cerró en positivo en el año de la pandemia, “ha demostrado una cierta resistencia, pero no está exento de problemas”.

 

 

Pregunta: ¿Qué riesgo supone para el mundo que China sea la alternativa al modelo occidental?


Respuesta: Efectivamente China tiene un modelo diferente, basado especialmente en grandes empresas públicas, que son las que controlan determinados aspectos de la economía. Estos modelos han tenido gran presencia en países de Latinoamérica, el Sudeste Asiático y África. China será la primera potencia, es cuestión de tiempo y hay que convivir con ello. Las perspectivas de crecimiento en los próximos años, el crecimiento demográfico y el aumento de clases medias hacen que el hecho de que China será la primera potencia no es algo que esté en cuestión.

 

 

P.: ¿Cuándo ocurrirá?


R.: En términos de paridad de poder adquisitivo, China ya es la primera potencia. En términos de Producto Interior Bruto (PIB) nominal, según las proyecciones económicas de antes de la pandemia, podría pasar en los diez años.

 

 

 

 

P.: En una primera etapa el coronavirus reforzó la posición de China en el mundo. Con la estrategia de Covid Cero ¿dará un paso atrás?


R.: El hecho de que las economías europeas están ya abiertas y haya muchas menos restricciones supondrá una cierta ralentización para China. La política de casos de Covid-19 no es la misma en Occidente que en China, que puede cerrar una ciudad con relativamente pocos casos. Sin embargo, China es muy grande, que Shanghái decrezca no afectará tanto al PIB nacional. Si volviéramos a una pandemia más generalizada, las circunstancias serían diferentes, pero no es el caso actual.

 

 

P.: ¿Cómo le afectará la guerra en Ucrania?


R.: China está relativamente en una mejor posición. No es un afectado directo, hasta ahora ha mantenido su neutralidad y lo seguirá haciendo, por lo que veo más beneficios que pérdidas. La posición del país hasta ahora está clara y no va a ver cambios.

 

 

P.: ¿Vamos hacia un mundo de nuevo con dos bloques separados?


R.: Con el resto del mundo, hay un cierto distanciamiento, que en algunos aspectos tirará hacia atrás en la globalización. La crisis actual en la cadena de suministro puede hacer que la Unión Europea recupere parte de su industria. Pero no se puede ignorar la importancia de China. Volkswagen, por ejemplo, vende seis millones de coches al año, de los cuales tres millones los vende en China. No se puede obviar la importancia de China porque acabaremos perdiendo todos.

 

 

 

 

P.: ¿Qué impacto tendrá cuando finalice el proyecto de la nueva ruta de la seda?


R.: China va a tener más capacidad de influencia, especialmente en países como Pakistán y en Asia central. Ante eso, la Unión Europea está desarrollando su propia estrategia de competitividad con Asia. Estamos en tiempos difíciles donde se están desplegando estrategias diferentes. En Asia Pacífico, que es la zona del mundo que más crecimiento ha tenido en los últimos años, hay intereses estratégicos importantes, como los acuerdos de libre comercio que ha firmado la Unión Europea en los últimos años.

 

 

P.: El pasado domingo, China presentó un plan para captar inversión extranjera, ¿qué debe reforzar o qué reformas tienen que hacer para ser competitiva?


R.: Las empresas extranjeras aún no están compitiendo en las mismas condiciones que las empresas chinas. Las reglas del juego, a veces por asuntos legales o de funcionamiento de mercado, no son fáciles. Lo que hay que hacer es que las empresas extranjeras sean más competitivas en China. Hay compañías que piensan que el mercado es muy difícil y es para los chinos. Hay muchos intereses, pero bastante dificultad, por lo que hay que intentar que las reglas de juego faciliten el acceso a las empresas extranjeras.

 

 

P.: El PIB crecerá un 5% este año, ¿cumplirá expectativas?


R.: Generalmente, las expectativas no distan mucho de la realidad. Para los próximos años, veremos crecimientos más moderados en China, entre el 5% y el 6%, ya no va a crecer ya al 10%. Pero pensemos que en el año de la pandemia China fue de los pocos países del mundo que cerró en positivo. El país ha demostrado una cierta resistencia, pero no está exento de problemas.