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Alberto Palatchi, el empresario que reconoció que el mejor fichaje era marcharse

Hace más de un año, el presidente de Pronovias se dio cuenta de que debía apartarse de la gestión para que la empresa continuara creciendo. Buscó en su entorno un relevo y, al no encontrarlo, optó por una operación que ha batido récords.

Pilar Riaño

17 jul 2017 - 04:57

Alberto Palatchi, el empresario que reconoció que el mejor fichaje era marcharse

 

“Si me lo dicen hace un año, no me lo creo”. “Como han cambiado las cosas”. “Este no es el presidente que conocí”. Estas han sido algunas de las frases más formuladas en el sector desde el pasado lunes, cuando se hizo pública la venta de Pronovias a BC Partners por 550 millones de euros. Algo ha cambiado en la empresa de moda nupcial en los últimos años: la sucesión de Alberto Palatchi, hasta ahora propietario del cien por cien de la empresa.

 

A finales del año pasado, Palatchi decidió abrirse a la venta de la compañía, que ha hecho crecer controlando de cerca todos y cada uno de los departamentos de la empresa. Aunque inicialmente la intención del empresario pasaba por desprenderse sólo de una parte del capital, a medida que avanzaban los meses esta postura cambió. Finalmente, Palatchi controlará únicamente el 10% de la compañía.

 

Palatchi, conocido por ser un empresario exigente y perfeccionista, no había contemplado la venta de la empresa hasta hace poco. Fuentes cercanas al empresario señalan que la decisión está relacionada directamente con el proceso de relevo generacional que ha tratado de implementar la empresa para la incorporación de, al menos, dos de los hijos del empresario.

 

A principios de 2016, según señalan desde su entorno, Palatchi se dio cuenta que era un freno para el salto adelante de Pronovias, una compañía que, especializada en un nicho, necesita ganar volumen. Pese a contar con una rentabilidad por encima de la media del sector de la moda, Pronovias lleva ya tres años estancada en ventas, que se sitúan alrededor de 200 millones de euros.

 

 

 

 

Para tratar de dar un revulsivo al grupo, el empresario ha elegido a numerosos directores generales a lo largo de su historia. El penúltimo de ellos fue Manuel Ehrensperger (que acaba de incorporarse a Lladró como consejero delegado), fichaje estrella de Pronovias en 2013 con cifras astronómicas de remuneración.

 

Ehrensperger trató de introducir cambios en la empresa y de tomar protagonismo en la gestión, pero topó con Palatchi. El empresario no pudo dejar de controlar todas las decisiones de la compañía y sabía que, aunque cambiara de nuevo de ejecutivo, volvería a hacerlo. En 2016 decidió que había llegado el momento de dar un paso atrás.

 

Lo primero que hizo Palatchi fue buscar en su entorno: con dos de sus hijos incorporados a la compañía, el relevo familiar parecía la solución más lógica. En 2014, la tercera generación de la empresa se incorporó a la gestión de la compañía.  Gabriela, hija mayor del propietario, estuvo trabajando en el departamento de márketing de la compañía, mientras el hijo mediano, Alberto, se incorporó más tarde. La pequeña, Marta, no ha llegado a trabajar en Pronovias y continúa su formación mientras realiza prácticas en grupos de cosmética, como Puig.

 

“Mi padre y yo siempre hemos tenido una relación cercana y una gran comunicación; desde pequeño, los fines de semana hacíamos lo que nosotros llamábamos nuestros paseos: nos íbamos a caminar y hablábamos de todo, no sólo de negocios”, explicaba el año pasado Alberto Palatchi Gallardo en una entrevista en Modaes.es. “En esos paseos, lo que mi padre me traspasaba, y no me di cuenta hasta más tarde, es una manera de pensar, un conocimiento concreto, que es lo realmente útil para el resto de la vida: es el gen Palatchi”, afirmaba.

 

En mayo, según fuentes cercanas, Palatchi lo tuvo claro: ninguno de sus hijos, todavía muy jóvenes, iba a dedicarse a la gestión de la compañía. De hecho, Gabriela dejó la empresa y Alberto trabaja ya con su padre en el family office familiar, que gestiona, entre otros, los activos inmobiliarios de la familia.

 

 

 

 

Palatchi debía, así, buscar una solución para asegurar el futuro de uno de los mayores grupos del mundo de moda nupcial. La empresa encargó a JP Morgan la búsqueda de opciones: la recomendación fue la apertura del capital para reforzar la expansión internacional.

 

La operación se ha cerrado en pocos meses, pese a que los objetivos económicos de Palatchi estaban por encima de la oferta de algunos de los interesados. A mediados del pasado mayo se finalizó el plazo para presentar ofertas. Fondos internacionales como KKR, Permira, Bain o Carlyle se han acercado a la empresa, en un proceso que, internamente, “se ha vivido con cierta angustia” por la cantidad de información solicitada por los potenciales compradores.

 

El pasado viernes, Pronovias hizo entrar en alerta a sus principales directivos. La venta de la compañía a BC Partners por 550 millones de euros se iba a firmar ese fin de semana. El lunes por la mañana, antes de que la noticia saltara a los medios de comunicación, Palatchi reunió a un grupo de veinticinco ejecutivos y les comunicó oficialmente la operación. Según explican fuentes cercanas, el empresario, que realizó un discurso pasional y emotivo, facilitó el precio de la operación, afirmó que mantendría el 10% del capital y negó “tajantemente” el traslado a Madrid.

 

Con poca experiencia en retail de moda, la trayectoria de BC Partners con empresas familiares es uno de los elementos que ha hecho que Palatchi se decante por su opción. Además, el empresario ha logrado una “muy buena sintonía” con Jean-Baptiste Wautier, director general de BC Partners, que asumirá la presidencia de Pronovias cuando se complete la relación.

 

De momento, en el seno de Pronovias reina la “tranquilidad”, según explica un trabajador de la empresa, a la espera de que las autoridades de competencia den el visto bueno a la operación. Fuentes de la compañía explican que se prevé un “periodo de traspaso” de alrededor de seis meses, momento a partir del cual BC Partners tomará el control de la gestión. Habrá que ver si, a partir de ese momento, Pronovias salta al siguiente nivel al que Palatchi quiso llevarla.