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Afterwork: Eulàlia Torres, el número por encima de todo

Su apellido es un histórico en la industria lanera de Sabadell y su familia continúa gestionando Torres Pradas, una de las principales compañías textiles del país que llegó a tener fábricas de hilatura, tejeduría y acabado, ahora dirige Misako.

Afterwork: Eulàlia Torres, el número por encima de todo
Afterwork: Eulàlia Torres, el número por encima de todo
“Yo soy de números y la empresa la llevamos con ese prisma, tenemos que saber hasta dónde podemos llegar”, añade Eulàlia Torres.

I. P. G.

13 abr 2023 - 05:00

Quién

Eulàlia Torres

 

Cargo y especialidad

Presidenta y consejera delegada de Misako

 

Dónde

Hotel Alma, en Barcelona

 

Qué

Un café solo y un agua

 

Fin de su jornada laboral habitual

“Salvo que estemos de viaje, a las 18h o a las 19h”

 

Aunque es de trato afable y familiar, es fácil imaginarse a Eulàlia Torres negociar firme con un banco o con un proveedor. Es el carácter de quien acompañaba desde joven a su padre en el trabajo y que empezó su carrera laboral haciendo la labor más dura: reestructurar. “Primero sufrí y luego lo pasé bien”, reconoce, aunque sin lamentarse demasiado.

 

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Su apellido es un histórico en la industria lanera de Sabadell y su familia continúa gestionando Torres Pradas, una de las principales compañías textiles del país que llegó a tener fábricas de hilatura, tejeduría y acabado. Pero cuando Eulàlia Torres terminó la universidad, en 1996, la empresa, como todo el textil español, estaba en plena restructuración: “Nos quedamos con dos fábricas de tejeduría, que terminamos cerrando en la pandemia”, recuerda Torres.

 

Ella comenzó en el área financiera y en la patrimonial de la familia, que fue también uno de los primeros socios de Stradivarius junto con la familia García. Con la venta de la cadena a Inditex en 1999, los Torres, los García y una tercera familia, los Coll, decidieron continuar en el sector con la compra de tres tiendas de una incipiente cadena de bolsos: Misako.

 

 

 

 

“Tuvimos un crecimiento desmesurado que se nos escapó de las manos, abrimos por encima de nuestras capacidades”, recuerda Torres de la primera etapa, cuando su familia no estaba todavía en la gestión. Al final, los Torres y los García compraron la participación a los Coll y acometieron una restructuración financiera. “Hoy tenemos cero endeudamiento”, dice con orgullo.

 

 “Yo soy de números y la empresa la llevamos con ese prisma, tenemos que saber hasta dónde podemos llegar”, añade. El número es también el que manda en las pizarras que forran el despacho que comparte con Cristian García, director adjunto de la compañía. “El número es el que te dice qué es lo que tienes que hacer, muy pocas veces nos dejamos llevar por el romanticismo”, asegura, aunque insiste en que el producto debe ser siempre el corazón del negocio.

 

Es en esa misma sala donde Cristian García y Eulàlia Torres hacen reuniones exprés. “No tengo agenda programada: la puerta del despacho está abierta y cualquiera puede entrar, plantear una duda y en dos minutos está resulta”, apunta. “Parte del éxito es ser muy rápidos tomando decisiones”, añade.

 

Esa rapidez es posible, recalca Torres, gracias al tándem en la dirección. Los padres de García y Torres son amigos “de toda la vida”, y eso facilita la relación de confianza y el alineamiento en la gestión. “Vamos siempre en la misma dirección; eso te da mucha más seguridad en las decisiones”, asegura, antes de precisar, que “tener un socio con el que te llevas mal es lo peor que te puede pasar”. En parte por eso, reconoce que su debilidad es no saber siempre delegar. “Nos cuesta un poco, todo pasa por nosotros, pero es que lo que aprendí en casa es que si quieres tener éxito tienes que estar todas las horas del día”, añade.