
A. López-Casero: “Los cambios se acompañan de una evolución cultural, no con regulación”
Tras un año en el sector, López-Casero, procedente de la farmacéutica, destaca la flexibilidad y adaptación al cambio dela moda, al tiempo que apunta la necesidad de ponerlo en valor ante las instituciones y ante él mismo.


20 ene 2025 - 05:00
Ana López-Casero se siente orgullosa de que, cuando trabajaba en una farmacia, los clientes querían que les atendiese ella. “Ser vendedor es algo importante, se crea una relación con las personas”, reivindica la presidenta ejecutiva de la Asociación Retail Textil España (Arte), la patronal impulsada por los gigantes de la moda para crear el primer convenio laboral estatal para la distribución de moda.
Tras un año en el sector, López-Casero (Campo de Criptana, Ciudad Real, 1968), procedente de la industria farmacéutica, destaca la flexibilidad y adaptación al cambio del mismo, al tiempo que apunta la necesidad de ponerlo en valor ante las instituciones y ante él mismo.
Ocupada, pero no preocupada, por la legislación que va a afectar a las empresas de todos los sectores, señala que “es importante tener un marco regulatorio que evite la sobrerregulación y que no tenga un impacto negativo en la competitividad y en el empleo”. ¿Su gran reto para 2025? Firmar el convenio. ¿Y del sector? Reivindicarse.
Pregunta: Ya ha cumplido un año en el sector de la moda. ¿Qué le ha sorprendido?
Respuesta: Conocía el sector como consumidora, pero he disfrutado viviéndolo desde dentro. Pero más allá del impacto económico, social y en el empleo, si pudiera concretar, diría que me ha llamado la atención, primero, la agilidad, el dinamismo y su carácter. Es un sector resiliente, que lidera en diversidad y es muy sensible a todos los cambios sociales, culturales, geoestratégicos...Todo esto al final me ha reforzado todavía mucho más la idea de que es un sector estratégico para la modernización de nuestra economía.
P.: El sector farmacéutico, de donde venía, ¿está más profesionalizado que la moda?
R.: Los dos están muy profesionalizados. Son ámbitos completamente diferentes, claro está, y los dos son sectores que tienen un gran potencial de transformación y de impacto positivo en la vida de las personas. Es cierto que el sector farmacéutico, que está muy regulado desde hace mucho tiempo por los productos que fabrica, sí que tiene muy profesionalizada la relación institucional con todos sus grupos de interés. Lleva ya mucho tiempo trabajando, no sólo con los reguladores, sino también con pacientes, con organizaciones y con otros profesionales sanitarios. La moda lo está haciendo ahora, no sólo por las nuevas regulaciones, sino por los desafíos globales que le afectan. Y lo está haciendo dotando al sector de una arquitectura institucional capaz de profesionalizar esas relaciones institucionales, ese diálogo entre el sector y todos los grupos de interés, con el objetivo precisamente de conseguir el desarrollo y la competitividad, pero también queriendo trasladar cómo es ese sector para que los reguladores también lo conozcan y conozcan el impacto de sus decisiones.
“El rol social de la empresa en general está cambiando y los consumidores quieren empresas con propósito”
P.: ¿Le ha costado que le reciban en el Gobierno?
R.: Al contrario, nos han recibido con mucho interés e inquietud. En Arte, este año habíamos diseñado un plan de actuación ambicioso, pero bastante sencillo. Por un lado, seguir adelante con el convenio colectivo; en segundo lugar, desarrollar nuestro plan estratégico 2024-2026, y por último, posicionar a Arte como un agente de la sociedad civil corresponsable de los desafíos globales y como un representante con una voz firme. Para eso presentamos nuestra asociación en el Parlamento y hemos desplegado una intensísima agenda institucional de más de cien reuniones con todos, medios de comunicación, ONGs, grupos parlamentarios, comisiones del Congreso y del Senado, otras organizaciones del retail, todas las que se nos ocurrían. Nos hemos desplegado, pero nuestro mensaje es siempre el mismo: la voluntad de colaborar, de aportar y de construir valor compartido y alianzas que transformen el sector y desarrollen su potencial.
P.: ¿Y en el Gobierno conocen el peso que tiene la moda en el Producto Interior Bruo (PIB)?
R.: Hay mucho desconocimiento todavía de lo que representa la moda. Un sector necesita representantes para que articulen ese diálogo, para que escuchen, gestionen esa interlocución con las administraciones, consumidores y con el resto de organizaciones de la sociedad civil. Cuando enseñamos la infografía del peso del retail moda en el PIB, en el empleo, en la internacionalización, de pronto dicen “wow”. Lo intuyen, pero no tenían las cifras. De ahí lo importante de generar conocimiento, porque ese conocimiento ayuda a conocer el sector y a reconocerlo.
P.: ¿A la moda le falta orgullo de pertenencia?
R.: Está tan centrado en sacar adelante su negocio, en satisfacer a un consumidor, que además es un consumidor cada vez más exigente, que probablemente no se ha detenido en sentirse lo orgulloso que se tiene que sentir de lo que representa. Es un sector con un peso y una importancia estratégica brutal, y además con grandes líderes mundiales que están al frente de la marca España. No sé si le falta autoestima, pero desde luego está muy centrado en sacar adelante sus propios compromisos y sus propios propósitos y tiene elementos suficientes como para sentirse muy orgulloso de ser lo que es y que las personas que trabajan en esto se sientan muy orgullosos de lo que hacen.
P.: ¿La llegada de regulación es lo que está haciendo que el sector se una ahora?
R.: La regulación es un factor, pero hay muchas más cosas. Este sector ahora mismo se está dotando de esta participación institucional con las organizaciones como respuesta a desafíos globales en el ámbito del medioambiente, de la sostenibilidad, en el ámbito social y también porque los consumidores cada vez quieren un modelo de compañía que esté mucho más comprometida. El rol social de la empresa en general está cambiando y los consumidores quieren una empresa con propósito. Hay un cambio de paradigma en general que afecta a este sector y a todos, para satisfacer a un consumidor más exigente, que quiere que en la agenda empresarial haya otras cosas más allá de la propia estrategia. Eso es lo que ha hecho que surjan todas estas organizaciones, son una respuesta estratégica para las dos cosas. Si no hubiera regulación, probablemente se hubieran creado también estas organizaciones.
P.: El sector, históricamente, ha colaborado poco…
R.: Es cierto. Este cambio indica inteligencia, indica madurez empresarial, indica visión. No se pueden alcanzar los grandes objetivos globales yendo solo.
“La formación es un pasaporte para dar al sector el prestigio y la cualificación que necesita”
P.: ¿Trabajar en una farma es cool pero en una tienda no?
R.: El término cool es atractivo, dinámico, que atrae a la gente a trabajar ahí. Pues yo le diría que el sector de la moda claramente es dinámico, es vibrante, es atractivo para todos. Es verdad que en una farma trabajas para dar vida, y eso tiene mucha trascendencia. Pero trabajar en la moda también tiene su importancia, porque a mí me gusta decir que cuando trabajas en moda das belleza a los años. Me parece que ese es el poder que tiene la moda: la relación que tiene con la belleza y la influencia que tiene el entorno de esas personas. Eso es algo que he aprendido y que he leído hasta en estudios científicos. Lo cool de verdad es trabajar para el bienestar de la vida de la gente y los dos sectores, la moda y el farma, cada uno en ámbitos muy diferentes o con aproximaciones muy diferentes, lo hace. No comparo los dos sectores porque no son comparables, pero yo lo resumiría así: en uno trabajas para dar vida y en otro das belleza a la vida y eso también tiene mucha paz en él.
P.: Un padre prefiere que su hijo estudie, por ejemplo, Económicas, antes que moda…
R.: Hay mucho potencial. Es verdad que, yendo por ejemplo a la parte de formación, hay muchos estudios de moda y también hay compañías que tienen sus propias formaciones para capacitar, pero ahí tenemos retos importantes. Tenemos dos grandes retos. El primero: hay que rediseñar, reformular, reforzar la formación de excelencia en la moda y que tengamos de verdad profesionales que sean y que estén alineados para las necesidades que tienen las propias compañías. El segundo: tenemos que ser capaces de facilitar una carrera profesional en la moda, en las propias compañías. Una de la reflexiones que salieron del marco estratégico de Arte es que necesitamos que la moda y el retail sean un sector atractivo para el talento y también para el desarrollo del talento. La formación es un pasaporte para dar al sector el prestigio y la cualificación que necesita. Hoy se necesitan en las compañías una serie de competencias que antes no se necesitaban; ese gap existe y es necesario promover actividades, formación y la carrera profesional adecuada para que este sector tenga ese prestigio social que merece.
P.: Tendero, botiguer, vendedor, dependienta… ¿Cuando habla de carrera profesional se refiere también a tienda?
R.: La palabra dependienta, que se usa mucho es horrible… Hay que reivindicar el rol estratégico que tienen los vendedores y vendedoras como motor de esta industria. Es una profesión de las más antiguas, que además ha sabido evolucionar mucho con los consumidores. Antes le hablaba de la relación de la moda con la belleza; para mí el poder del retail es el contacto con el consumidor. Y me explico, yo no veo la red de tiendas como un sitio donde se venden productos. Para mí es una red de inteligencia comercial y social. Y en ese escenario, el vendedor, la vendedora, los profesionales de la venta, son estratégicos, para la compañía y para la sociedad. Para la compañía, son los embajadores de la marca, pero también tienen un papel social muy importante porque los establecimientos comerciales se van a convertir cada vez más en lugares extraordinarios para hacer campañas de sensibilización, de educación, de formación, de impulso de proyectos sociales… Las tiendas van a elevar su función social en este nuevo paradigma, con los vendedores como prescriptores. En el convenio colectivo que estamos negociando queremos homogeneizar las categorías profesionales y que haya una carrera profesional y un plan de formación y desarrollo adecuado.
P.: ¿Y cómo está el convenio colectivo?
R.: Hasta la fecha, hemos tenido diez reuniones desde que promovimos la negociación y esperamos que este año sea el año de firma del convenio. Estamos trabajando ya con todos los sindicatos y a principios de año debemos fijar el calendario de negociación, para dotar al sector de un convenio referente y que aporte seguridad a los trabajadores y a las compañías, que supere el escenario de los convenios provinciales. Me gusta decir que es un convenio que apuesta por unas condiciones laborales que sean atractivas y que además sean equitativas también y homogéneas independientemente de las provincias y de los regionalismos...
P.: Para que la gente quiera trabajar en tienda, ¿hay que pagar más?
R.: Una compañía tiene el deber de ofrecer un proyecto de vida con el que una persona pueda desarrollar su vida profesional y su vida personal. Sea en tienda o dónde sea. Esto pasa por tener unas condiciones económicas y laborales atractivas, sin duda alguna. Eso es absolutamente vital. Nosotros apostamos por regularlo en un convenio nacional, que dé seguridad, que dé equidad, que sea homogéneo. El salario es muy valorable, pero también es muy importante el desarrollo de una carrera profesional y las condiciones sociales, de igualdad, de conciliación, de salud laboral, de bienestar... Eso cada vez también es más valorado por las personas.
P.: ¿Tiene sentido que la moda esté preocupada por crear otro convenio laboral cuando a nivel internacional hay desafíos macro muy complejos?
R.: Los desafíos macro, sin duda alguna, son una de las amenazas más importantes para este sector, que está muy internacionalizado. Dicho esto, dotar a todas las personas que trabajan en retail moda de un marco laboral estable y homogéneo tiene todo el sentido. Se dice mucho, pero es absolutamente cierto, que el principal activo de las empresas son las personas.
“Hay que reivindicar el rol estratégico que tienen los vendedores y vendedoras como motor de esta industria”
P.: Arte nació impulsado por los directores de recursos humanos. ¿Hasta qué punto es una debilidad que los CEOs no estén implicados directamente?
R.: Arte nació, lógicamente, como una decisión estratégica de las propias compañías, los CEOs están absolutamente informados de todo. Es verdad que en la junta directiva, hoy por hoy están todos los directores de recursos humanos de las compañías, precisamente por el peso que tiene la negociación del convenio colectivo en las actividades de Arte, pero ya se han implicado muchos más directivos. Tenemos cinco comisiones consultivas de trabajo que han salido derivadas de la reflexión de la estrategia: una de talento, una de conocimiento, una de sostenibilidad e impacto social, otra del convenio colectivo y otra de estrategia de asuntos públicos y comunicación.
P.: Cuando tomó el cargo le preguntamos si Arte es la patronal de Inditex y hay mucha gente que sigue pensándolo…
R.: Es cierto que es una pregunta recurrente. Inditex fue un impulsor, igual que otras marcas, también estaba Uniqlo, por ejemplo, que no es un operador español. Inditex ha tenido un papel fundamental, igual que los otros fundadores. Hoy por hoy, Arte representa a 16 compañías y grupos, que suman más de cuarenta marcas, y Arte es la casa de todas. Me gustaría que Arte sea considerada la casa de todo el retail de España, porque, aunque es verdad que nuestros socios son los grandes retailers, al final los objetivos son los mismos. Y precisamente los grandes tienen el compromiso de aportar más, porque tienen más músculo para poderlo hacer.
P.: ¿Se plantean que Arte incorpore a empresas más pequeñas como socios?
R.: Aún tenemos muy poquito tiempo de vida. Tenemos que cerrar nuestro convenio colectivo, hemos desarrollado comisiones de trabajo, hemos desplegado o estamos empezando a hacer nuestra hoja de ruta que viene de esa reflexión del marco estratégico y hoy por hoy no está sobre la mesa ese tema.
P.: Siempre han dicho que Arte va a ir más allá del convenio.
R.: El año pasado hicimos todo un proceso de reflexión que duró meses, con diferentes grupos de trabajo, con directivos de todas las compañías de sostenibilidad, de estrategia, de impacto social, de talento... La pregunta era: ¿qué podemos hacer más allá del convenio laboral? ¿Cómo podemos aportar al sector? No sólo al sector, sino también a la propia sociedad, estando donde estamos y siendo los que somos. De ese marco estratégico salió un plan 2024-2026 con cuatro objetivos estratégicos, ocho líneas de acción y once programas marco que serán aterrizados por las diferentes comisiones consultivas de trabajo, conjuntamente con la junta directiva. Es una estrategia con las personas en el centro, pero sobre todo que pretende aportar mucha competitividad al sector y acompañarlo en esa transformación, pero con un compromiso claro con la transparencia, con la sostenibilidad, con el talento y con el conocimiento. Por tanto, sostenibilidad, marco laboral, talento y conocimiento son cuatro ejes absolutamente fundamentales para nosotros. Hay otras entidades, como Re-viste, que tienen la sostenibilidad en su core; nosotros nos sentimos convocados a hacer cosas en este ámbito, pero debemos ver bien qué para aportar. Creemos que podemos aportar en dos ámbitos: desarrollar espacios de encuentro entre todos nuestros socios, entre los operadores del sector, para el intercambio de buenas prácticas y para el desarrollo de sinergias y desarrollar alianzas con todos los actores de la sostenibilidad, con los consumidores, con las organizaciones, con los medios de comunicación, con diferentes organizaciones para crear cultura de sostenibilidad, algo que me parece vital. Los cambios tienen que ir acompañados de una evolución cultural, y eso no lo hace una regulación.
P.: ¿Qué le diría a una empresa que esté asustada por la regulación, no sólo sostenible sino también laboral, que llega?
R.: Este es un sector en el que el miedo no está presente, es muy valiente, y está acostumbrado a gestionar la adversidad; es muy práctico y pragmático. El sector, en general, comparte los objetivos del regulador, pero el gran desafío es alinear el marco regulatorio con la competitividad. Mario Draghi dice, y yo lo comparto, que tenemos que evitar la sobrerregulación. Es muy importante tener un marco regulatorio que evite la sobreregulación y que no tenga un impacto negativo en la competitividad y en el empleo. Otro asunto que es importante también es que las reglas de juego sean iguales para todos, que todos los operadores que trabajan en la UE trabajemos con los mismos marcos regulatorios.
P.: Si pudiera pedirle algo al Gobierno de España y a la Unión Europea, ¿qué sería?
R.: Que nos escuchen. Que nos escuchen sin etiquetas y con rigor. Que nos escuchen.
“Es importante tener un marco regulatorio que evite la sobrerregulación y que no tenga impacto negativo en la competitividad”
P.: ¿Sin etiquetas?
R.: Hay determinados sectores que han generado una serie de prejuicios, probablemente porque otros han hablado del sector o han puesto sobre la mesa una serie de cosas. Es muy importante que nos escuchen con confianza. Las propias organizaciones tenemos que trabajar en ello, trabajar en ese diálogo, en generar conocimiento riguroso, como hablábamos antes, en establecer ese diálogo, en generar esas alianzas también, en ir generando acciones que muestren esa credibilidad del regulador y de la propia sociedad. Sólo pido que nos escuchen, como han hecho hasta ahora. Hay una serie de mitos, de etiquetas, sobre el sector que están ahí, anclados, y que hay que ir desmontando, con datos y rigor.
P.: España es la economía del mundo desarrollado que mejor evoluciona. Haga su pronóstico para 2025.
R.: Tenemos una inflación parece que bastante controlada y eso siempre ayuda al consumo. Tenemos las cifras de empleo, que también ayudan al consumo. Después de la pandemia, hemos tenido unos movimientos un poco radicales y estamos llegando a una estabilización del consumo. Vamos a ver qué pasa con la geopolítica, vamos a ver qué pasa en Estados Unidos, vamos a ver qué pasa con China, vamos a ver qué pasa en el escenario mundial… que eso influye mucho también en este sector.
P.: Dígame el mayor reto del sector para 2025.
R.: Lo tengo clarísimo, al menos el de Arte: firmar el convenio. Y del sector, seguir trabajando y seguir mostrando de una manera humilde y prudente, pero también realista, cómo está avanzando y que lo hace por compromiso, por propósito, y no en respuesta a una normativa.