Entorno

Sólo 70.000 hectáreas cerca del Guadalquivir configuran el mapa del algodón en España

En España se producen cerca de 200.000 toneladas de algodón bruto en España, alrededor de 120.000 toneladas de fibra de algodón, lo que supone el 21% del total del algodón que se produce en la Unión Europea.

Sólo 70.000 hectáreas cerca del Guadalquivir configuran el mapa del algodón en España
Sólo 70.000 hectáreas cerca del Guadalquivir configuran el mapa del algodón en España
Cádiz, Huelva, Córdoba y, sobre todo, Sevilla son las únicas regiones donde se cultiva algodón en España

C. Juárez

27 sep 2022 - 05:00

Se cultivó por primera vez en India y hoy es la segunda materia prima de la moda. En este nuevo Insight, patrocinado por Bcome, Modaes repasa los principales datos del oro blanco de la moda, el algodón, desde cuáles son los principales polos de producción en el mundo hasta su cultivo en España.  

 

Cifras pequeñas con grandes planes. Los datos de cultivo de algodón en España son muy reducidos, limitados por políticas agrarias y factores climatológicos, lo que supone que la superficie ascienda únicamente a 70.000 hectáreas que se reparten entre 5.500 agricultores distribuidos en la cuenca del Guadalquivir. Sin embargo, la industria del algodón en España tiene planes de futuro prometedores apoyado en la sostenibilidad.

 

 

Fenicios, reyes y políticas agrarias: historia del algodón en España

 

 

Cádiz, Huelva, Córdoba y, sobre todo, Sevilla son las únicas regiones donde se cultiva algodón en España debido a la climatología (inviernos suaves con precipitaciones irregulares y veranos secos y calurosos). De hecho, el algodón es el cultivo de regadío herbáceo más importante de la región, por encima del arroz y la remolacha.

 

Las 70.000 hectáreas destinadas al cultivo del algodón en España las trabajan cerca de 5.500 agricultores, que producen cerca de 200.000 toneladas de algodón bruto al año, lo que se traduce en alrededor de 120.000 toneladas de fibra de algodón, cuyo destino principal es el extranjero, a países como Bangladesh, Vietnam o Pakistán. La industria del algodón en España genera, de media, cerca de un millón de empleos.

 

 

 

 

España es uno de los dos únicos países europeos donde se cultiva el algodón. Grecia es el número uno, con un sector cuatro veces mayor que el español y con esta planta como su cultivo estrella. El algodón español supone el 21% de la producción de esta materia prima en Europa y, junto al griego, supone el 2% de la producción mundial de algodón. Del total de la producción de algodón en Europa, el 25% se destina a la industria de hilatura de la región, y el 25% restante a terceros países, principalmente de la cuenca mediterránea y Asia.

 

Más que un competidor, Grecia es un aliado de la industria algodonera española, con quien tiene constituida la European Cotton Alliance, que trabaja para defender este cultivo y cuenta con la marca comercial de algodón Eucotton, registrada en la oficina de patentes, y cuya principal característica es que la semilla no está genéticamente modificada.

 

Al contrario que en los principales países productores de algodón, en la Unión Europea está prohibido usar semillas genéticamente modificadas debido a que no existe la seguridad de que no tenga repercusiones medioambientales. Para el agricultor, en cambio, supone una traba, ya que tiene que combatir por otros medios la resistencia a plagas.

 

 

Industria desmotadora

 

La industria desmotadora es la se encarga de la segunda fase del proceso del algodón. Es decir, de separar la fibra de la semilla, ya que el algodón bruto no tiene ningún valor comercial. Tras la separación, la semilla se destina a otros fines, principalmente la alimentación animal.

 

En 2006, la Unión Europea aprobó la reforma del régimen de ayuda al algodón, en la que eliminaba el 65% de las subvenciones destinadas a esta industria, lo que provocó que la industria desmotadora de España se redujera de treinta a ocho compañías.

Con una indemnización de más de sesenta millones de euros a repartir, sólo Dafisa, Indesa, Coalsa, Las Lomas, Algosur, Eurosemillas, Surcotton y Algodonera Blanca Paloma. Según Dimas Rizzo, presidente de Espalgodón, que agrupa a estas empresas, “fue un acto valiente renunciar a la indemnización”. El experto asegura, además, que “gracias a ellos el sector sobrevivió, porque se ajustó la producción de fibras con las necesidades de la industria”.

 

La desaparición de más de una veintena de desmotadoras supuso un ajuste de la superficie de cultivo del algodón en España, que pasó a ocupar sólo 30.000 hectáreas de cultivo en 2006. Tres años después, el sector volvió a ganar terreno, hasta recuperar las 70.000 hectáreas.

 

 

Futuro con luces y sombras

 

El futuro del algodón en España pasa por la sostenibilidad. Cerca del 80% del algodón que se cultiva en el país se hace bajo el sistema voluntario Integrated Production System, un cultivo en el que se optimizan todos los inputs, desde el agua y la energía que se requiere para la producción hasta el uso de pesticidas y fertilizantes, lo que requieren normas y un control muy exhaustivo.

 

Por cada trescientos agricultores se dispone de un técnico que les dirige, asesora y recomienda el cumplimiento de los parámetros sostenibles en el cultivo. Este programa le ha valido al algodón español a postularse como algodón Better Cotton Iniciative (BCI).

 

El pasado mayo, Espalgodón solicitó a la organización la homologación de un programa en el mercado español equivalente al Better Cotton Standard System, el desarrollado por Better Cotton, lo que permitiría emplear el sello de la organización.

 

 

 

 

Actualmente, el programa está en fase de negociación, eliminando brechas para cumplir los requisitos que demanda BCI, y se espera que para la próxima campaña ya esté establecido y el 100% del algodón que se cultiva en España sea BCI.

 

Pese a las perspectivas positivas del algodón español en cuestión de sostenibilidad, el sector también se enfrenta a sombras. Algunos agricultores han decidido destinar la superficie a cultivos permanentes (como el olivo o almendro), mientras que la climatología, sobre todo la falta de lluvia, no ayuda.

 

Para la campaña 2022-2023, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), una de las organizaciones que representa a los productores de algodón, estima que la producción ascenderá a 127.000 toneladas, un 27,5% por debajo de la anterior campaña y un 31,2% menos que la media de las últimas tres campañas.

 

 

 

 

El principal factor de este recorte es que la superficie de algodón declarada para la actual campaña asciende a 51.952 hectáreas, un 9,7% menos que en la anterior. La reducción se ha dado principalmente en Sevilla, la primera provincia productora de algodón en España, donde la superficie de cultivo ha descendido un 10%.

 

Además, para la temporada también se espera una reducción del rendimiento debido a la disminución en la dotación de riego por la sequía y las altas temperaturas que se viene arrastrando desde julio y principios de agosto, que ha coincidido con nuevos ataques de plagas.