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Alma en Pena traza un nuevo plan de expansión para facturar 50 millones en 2024

La compañía de calzado, impulsada por los fundadores de Adela Gil, se apoyará en la diversificación y el desarrollo internacional, especialmente en Latinoamérica y Oriente Próximo. 

Alma en Pena traza un nuevo plan de expansión para facturar 50 millones en 2024
Alma en Pena traza un nuevo plan de expansión para facturar 50 millones en 2024
José Gil, propietario de la compañía, junto a sus hijos Monica Gil y Pince Gil.

Iria P. Gestal

9 dic 2022 - 05:00

Alma en Pena emprende una nueva etapa tras la pandemia. La compañía, impulsada por los fundadores de Adela Gil, ha trazado un nuevo plan estratégico con el objetivo de alcanzar una facturación de 50 millones de euros en 2024, frente a los 30 millones de euros con los que prevé terminar este ejercicio, según ha explicado José Gil, propietario de la compañía, a Modaes. 

 

La empresa invertirá diez millones de euros en el nuevo proyecto, que incluye el desarrollo de la firma en Oriente Próximo y la expansión en Latinoamérica, además de la renovación de su red de retail y la expansión con franquicias. 

 

Actualmente, Alma en Pena opera con un flagship store en la calle Ayala de Madrid, dos outlets en Las Rozas Village y San Sebastián de los Reyes y 28 corners en los grandes almacenes El Corte Inglés, a los que se sumarán otros 22 que abrirán en los próximos meses. 

La empresa también está presente en unos 2.000 puntos de venta multimarca en todo el mundo, que aporta más del 60% de la facturación. El online, por su parte, genera un 20% de las ventas, y en el último año se ha reforzado con la entrada en Zalando. 

 

 

 

 

La compañía ha retomado con fuerza su expansión tras el golpe de la pandemia, que le llevó a reducir sus ventas de 16 millones de euros en 2019 a doce millones en 2020. En 2021, la empresa retomó impulso y facturó 19 millones de euros, y para este año la previsión pasa por casi duplicar, hasta 30 millones de euros, con un ebitda de entre el 10% y el 12%. 

 

En el último año, la compañía ha reforzado su presencia en el extranjero con la creación de una filial en México de la mano de un socio local, con el que se ha instalado en El Palacio de Hierro y Liverpool, y ahora se encuentra en negociaciones para dar el salto a Oriente Próximo, donde ya está presente en la plataforma de ecommerce 6th Street.

 

“Si el mundo se tranquiliza -precisa Gil-; el objetivo es facturar cuarenta millones de euros en 2023 y 50 millones en 2024”. Para el próximo año, el plan pasa por comenzar el desarrollo con retail en el extranjero, y sumar mercados como Chile, Colombia o Perú.

Además, la empresa quiere continuar desarrollando su oferta, comenzando a comercializar su línea de moda en el canal multimarca y lanzando más colecciones de complementos. Las sandalias de Alma en Pena tienen un precio medio de entre 100 y 120 euros, y aunque ha subido precios se mantiene en un segmento medio-alto.

 

 

alma en pena corner 980

 

Alma en Pena echó a andar en 2006 de la mano de José Gil, Mónica Rucabado y Eladio Vizcaíno. Gil contaba con una larga trayectoria en el sector como miembro de la familia fundadora de Adela Gil, que llegó a ser una de las mayores cadenas de zapaterías de España en el segmento medio-alto.

 

En 2006, la familia vendió la empresa a Valanza, una gestora de capital riesgo de Bbva, y Gil y sus dos socios emprendió el lanzamiento de Alma en Pena, una marca propia cuyo producto estrella son las sandalias joyas. 

 

El punto de inflexión para el desarrollo de la firma fue encontrar una socia en China que apostó por el proyecto y desarrolló una fábrica que trabaja en exclusiva para Alma en Pena. Fue con ese partner que la empresa comenzó su diversificación y lanzó su primer modelo de sandalia plana. 

 

Apoyada en ferias como Micam para la distribución, la empresa llegó a facturar 16 millones de euros antes del estallido del Covid-19, con Italia y España como principales mercados. “Las ganas de salir que había en cuanto se levantaron las restricciones favorecieron mucho nuestro tipo de calzado, y el verano fue un éxito”, señala Gil.

 

En 2019, Gil tomó el cien por cien del capital tras comprar las participaciones de Mónica Rucabado y Eladio Vizcaíno, y reforzó su equipo con la incorporación como asesor de Fernando Maudo, un ejecutivo de larga trayectoria en el sector español de la moda y ex director general de Vente Privee en España.

 

Alma en Pena tiene su sede en Las Rozas (Madrid), en un edificio que desde hace dos años es de su propiedad. La empresa emplea a 55 personas, excluyendo los corners de El Corte Inglés, y sólo en la sede central trabajan 35 empleados.