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Sophie Mather: “La meta es la colaboración, ya que una empresa sola no puede lograr el cambio”

Sophie Mather, cofundadora y directora ejecutiva de The Microfibre Consortium, busca crear un cambio real en todo el ciclo de vida de la microfibra a través de un trabajo académico y colaboraciones con empresas, pretende fortalecer el sector textil haciendo de él una industria más sostenible.

Sophie Mather: “La meta es la colaboración, ya que una empresa sola no puede lograr el cambio”
Sophie Mather: “La meta es la colaboración, ya que una empresa sola no puede lograr el cambio”
Sophie Mather, cofundadora y directora ejecutiva de The Microfibre Consortium, busca crear u cambio real en todo el ciclo de vida de la microfibra.

M. Niza

2 dic 2022 - 05:00

Sophie Mather, cofundadora y directora ejecutiva de The Microfibre Consortium, busca crear u cambio real en todo el ciclo de vida de la microfibra a través de un trabajo académico y colaboraciones con empresas, pretende fortalecer el sector textil haciendo de él una industria más sostenible. En su discurso, Mather sostiene que uno de los principales objetivos de The Microfibre Consortium es la colaboración, “porque una sola empresa no puede lograr el cambio”.

 

 

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Pregunta: La pérdida de la microfibra ha sido asociada con el posconsumo. ¿Es la responsabilidad de los consumidores?

 

Respuesta: El Microfibre Consortium cree firmemente que el ciclo de vida de las microfibras es responsable con el medio ambiente, desde el material hasta la fase de lavado, como la lavadora y además los productos que se emplean. Es un tema complejo y es por ello por lo que hacemos un llamamiento a todos para ser responsables al respecto. En parte, ese fue el punto por el que me adentré en esto, para entender realmente que podíamos hacer en el textil. Realmente, podemos influenciar para un cambio, antes de que esto se convierta en un problema mayor. Es un punto muy interesante y abarca toda el ciclo de vida.

 

 

P: ¿Cómo podemos enseñar a los consumidores a abolir la pérdida de microfibras?

 

R: En Microfibre Consortium nos enfocamos realmente en los cambios que podemos implementar en la fase de preconsumo. Antes de que el propio consumidor tenga el producto, los influenciamos a través del diseño y el envoltorio del producto. La primera forma es el strorytelling: se les inspira a través de historias y compartiendo las mejores prácticas a través de ejemplos prácticos.

 

 

 

 

P: Quién es más estratégico en este punto: ¿los diseñadores, los proveedores o los clientes?

 

R: Este es uno de los motivos por hemos llevado a cabo la jornada Microfibra 2030. Esta ha sido la estrategia para trabajar sobre la industria y las calves de transparencia. Nuestra meta es facilitar una verdadera colaboración, ya que una empresa sola no puede lograr el cambio. La verdadera estrategia es trabajar de forma colaborativa.

 

 

P: Ha trabajado con marcas y con académicos: ¿Qué ha aprendido que cada uno de ellos?

 

R: Me encanta el espacio que ha creado en The Microfibre Consortium entre los dos grupos. Por una parte, estamos cerca de los académicos, y por otra parte tenemos esa habilidad de influenciar a empresas sobre el desarrollo y diseño del producto.

 

 

P: ¿Hay una carencia de colaboración con la academia?

 

R: Hay una carencia de la que somos conscientes. Para ello debemos continuar con nuestros estudios dentro de las marcas y los vendedores, además de con la cadena de suministros para influenciar un cambio rápido.

 

 

 

 

P: ¿Es el textil un campo atractivo para la investigación? ¿Hay una carencia de esfuerzos académicos en este campo?

 

R: Es una de las bases de la fundación de TMC. Mantenemos la investigación en este campo y hacemos crecer las colaboraciones académicas para entender las fragmentación de la fibra en los campos, el impacto toxicológico y la creciente abundancia de fibras en el medioambiente. Por ello volvemos a la industria para entender cómo funcionan las nuevas fibras y crear este cambio.

 

 

P: Ha establecidos varios objetivos para el 2030. ¿Se conseguirán?

 

R: Hay entre veinte y treinta objetivos, por lo que queremos trazar un mapa e ir actualizando los procesos. Esto lo hacemos para contestar a la llamada que teníamos por parte de la industria sobre ser más transparentes sobre nuestras investigaciones. En el caso de no conseguir todos los objetivos a la primera, tendremos menos rapidez a la hora de movernos.

 

 

R: La estrategia europea para el textil no se centra en microfibras. ¿Hay una carencia en la legislación?

 

P: Hay un creciente interés en el tema de la política de leyes por lo que incumbe a nivel europeo y a nivel del país. Hemos visto esto venir desde Noruega, Francia, el Reino Unido y Estrados Unidos. Sin embargo, actualmente, la discusión en las leyes viene por la contaminación de microplásticos, con el foco en fibras sintéticas más que una perspectiva más holística en todo tipo de fibras. En el TMC tenemos una visión global de todo tipos de fibras. Estamos incrementando el trabajo en la política, no solo desde un punto de visto de fibra sintética y de que realmente se aplique la legislación. Al tratase de un tema relativamente nuevo, necesitamos tener claro el nivel de conocimiento que tenemos, para que las acciones no sean perjudiciales, como la sustitución de las fibras sintéticas por las fibras naturales. Es un tema muy interesante al que le seguiremos dando apoyo y daremos la verdadera información científica a las políticas, para garantizar un cambio real.